"¡Pero que mala suerte!": 16 eventos en donde la mala suerte definitivamente se impuso ante todo
¿A quién no le pasó tener un día particularmente malo? Creemos que definitivamente es un cliché, porque en realidad la mala suerte no existe, solamente la coincidencia y la casualidad son el fruto de lo que nosotros pensamos que es la mala suerte y su influencia en nosotros. En ese momento tan desafortunado, pensamos en maldecir para resolver el problema, pero más de una vez no podemos evitar pensar en voz alta: "¿Porqué todo a mi?"
Hemos querido recopilar para ustedes una divertida lista de fotografías irónicas y al límite de lo absurdo, que no hicieron más que recordarnos una vez más que la mala suerte es una cuestión de pura casualidad, y que al menos una vez en la vida, nos llega a todos. ¡Mejor reírse de eso!
¿Qué puede ir mal para una novia el día de su boda?
Debía ser la foto del diploma perfecta, sin embargo...
Cuando quieres saborear todo el perfume de la vida...¡pero te caes adentro!
Pobre joven, ¡habrá quedado traumatizada!
Esta fotografía tiene una historia absurda detrás...
El autor de la fotografía no encontraba desde hacía días su billetera, sin embargo estaba seguro que la había dejado en la oficina: ¿adivinen donde se había metido? Miren bien la silla...
Ah, ahí es donde estaba mi cepillo de dientes...¡y ahora me tocará lavarlo muy bien!
¿Adivinen que sucedió en esta foto?
El autor cuenta: "Al parecer alguien no aseguró correctamente los carritos de los huevos en el camión; ¿resultado? ¡10500 huevos rotos!"
¿Pero qué diablos hizo esta persona?
Por absurda que pueda resultar esta foto, esto es lo que sucedió: "Puse por accidente los guantes en la lavadora; ahora parece que le pueden ir muy bien a mi hijo, como mucho!"
Comenzar el día con el pie correcto: ¿a quién no le ha pasado derramar el jugo de fruta sobre el vaso al revés?
Cuando tenemos la brillante idea de poner en la lavadora un almohadón de plumas y...¡explota todo!
¿Adivinen qué?
Hice el café de la máquina sin colocar la taza...¡como siempre!
Era el destino...¡realmente no tenía que entrar en esa casa!
Mi hermosa mesa de cristal...¡completamente en pedazos!
¿Pero no había al menos un cartel que señalara algo? ¿Nada en absoluto? Que mala suerte...
Si deberíamos elegir una imagen que represente a la perfección la mala suerte, ¡esta sería nuestra preferida!
Vamos, ¿ a quién no le sucedió frente a una máquina que vende comida y bebidas?
Y cuantas veces lo que habíamos seleccionado quedó en la cuerda floja, sin nunca bajar y dimos vida a toda nuestra fuerza bruta para agitar la máquina para agarrar nuestra merienda o nuestra botella de agua? Buenos tiempos...