Un niño acosado es apoyado por un grupo de motociclistas: "la escuela debe ser un lugar seguro"
El bullying es desafortunadamente un fenómeno muy difundido entre los jóvenes, sobre todo en las escuelas, y que continúa difundiéndose como pólvora incluso entre los más pequeños. A pesar de las numerosas campañas de sensibilización que se promueven anualmente en todo el mundo, se trata de un fenómeno que no se logra erradicar. Probablemente, esto es debido al hecho que para vencer a la ignorancia es necesario actuar en la raíz del problema, es decir, en la familia y en la escuela. La escuela puede ser el medio por el cual actuar sobre la familia, pero muchas veces se convierte simplemente en un lugar no muy seguro, en donde los matones pueden permitirse comandar sobre los más "débiles". Los compañeros se burlaban de Xander Rose con mucha frecuencia, que había llegado al punto de no querer ir más a la escuela.
Hubo muchos comentarios hacia este pequeño joven, por parte de otros alumnos, con antecedentes racistas y sexuales, que lo trastornaron al punto de encerrarse en si mismo. Algunos de estos comentarios ofensivos eran sobre su color de piel, los demás chicos se habían dado cuenta que tenía la piel más oscura que ellos y pensaron que este detalle era increíblemente divertido. Incluso el apellido del joven, Rose, ha sido blanco de frases ofensivas: Rose significa "rosa", una flor asociada típicamente a las chicas. ¿Es posible que en el 2021 existan todavía familias que no logran enseñarle a sus hijoos el respeto hacia el prójimo?
La mamá de Xander, después de haber descubierto los ataque hacia su hijo, se dirigió a la escuela para frenar el problema del bullying, pero no obtuvo los resultados esperados. La escuela, en este caso, no se movió adecuadamente para erradicar el bullying en las aulas, entonces la mamá recurrió a la policía. Ninguna ayuda concreta ni siquiera por las fuerzas del orden, ¿Qué debería hacer? De repente, le vino una idea un poco extraña, pero que podría funcionar. Decidida como nunca antes, la madre de Xander se dirigió hacia un grupo de motociclistas de su ciudad. La historia del hijo se difundió entre los demás motociclistas, quienes decidieron de inmediato unirse a él para darle una lección a esos matones.
Los motociclistas no son exactamente esa categoría de personas vistas con buenos ojos por la sociedad: los prejuicios hacia ellos son muchos y, por esto, muchas veces son los primeros en sentir a flor de piel lo que significa ser discriminados. En poco tiempo, los motociclistas de toda la ciudad se reunieron para apoyar a Xander y para enviar un mensaje de extrema importancia: ¡la escuela debe ser un lugar seguro para todos! Imaginen la cara de los matones cuando vieron a decenas de motociclistas escoltando a Xander a la escuela.
El gesto de estos motociclistas no pasó desapercibido y la historia de Xander nos enseña a que escuchemos siempre a nuestros hijos. Lamentablemente existen muchos otros casos en donde niños y pequeños jóvenes, víctimas del bullying, no logran reaccionar a la violencia. Esperemos que todo esto pueda ser un ejemplo para todos, padres y la escuela en primer lugar.