Pierde la moto en un incendio rescatando a sus animales: los vecinos hacen una colecta y se la compran nuevamente
Que no haríamos por nuestros amigos animales. Si tenemos uno, o más de uno en nuestra casa, sabemos muy bien que no podremos jamás separarnos de ellos, son como verdaderos miembros de la familia. Es cierto, tienen cuatro patas, una cola, son peludos y no tienen el don de la palabra, pero saben darnos mucho cariño, quizás más que un ser humano. En definitiva, por nuestros fieles amigos de cuatro patas, nos enfrentaríamos incluso hasta a las llamas de un incendio, poniendo en peligro nuestra vida por ellos. Precisamente como ha hecho el señor Carlos.
El señor Carlos vive en Mirassol, un pueblo de Brasil, no tiene mucho dinero y le cuesta llegar a fin de mes; vive en una casa alquilando que generosamente le ha prestado un amigo, pero no tiene electricidad, por este motivo muchas veces se encuentra viviendo en condiciones de extrema dificultad y de extrema pobreza. Además, este hombre pobre es un gran amante de los animales: en su casa ha alojado hasta 19 perros, ¡de los cuales cuida todos los días!
Un día, un incendio muy grave se produjo dentro de su casa, entonces Carlos debió tomar una decisión: salvar las pocas posesiones que tenía en su casa o a sus amados perros; no lo pensó dos veces y decidió enfrentarse a las llamas para salvar a todos; lástima que en las llamas perdió a su amada motocicleta, el único medio con el que Carlos se transladaba de un pueblo a otro.
Y ahora, ¿Cómo haría para pedir ayuda si ya no podía trasladarse?
En Carlos, su integridad y la de sus 19 perros ha pensado Bruno Lima y algunos ciudadanos de Mirassol, quienes se tomaron finalmente en serio la situación de Carlos y decidieron hacer algo: como cuenta Bruno en una historia en Instagram, recaudó algo de dinero junto a sus amigos y decidió hacer algo concreto para revivir la situación del pobre hombre...
Hicieron una colecta y decidieron no solamente usar ese dinero recaudado para donarle comida a Carlos y a sus 19 perros, sino que decidieron que le comprarían nuevamente una motocicleta, así el hombre tendría la posibilidad de trasladarse hacia donde quisiera y como quería según sus necesidades. Carlos, que no puede moverse mucho dado que ocho años atrás se había roto algunos huesos de la pierna izquierda y ahora cojea un poco, realmente ha apreciado el gesto solidario de sus conciudadanos.
Con el dinero que recaudaron para él, ahora este hombre en dificultad podrá comprar un cilindro de gas para calentar el agua para lavarse, calentarse y finalmente no sentír más frío durante las noches de invierno.
Y todo esto gracias a la amabilidad de sus vecinos: ¡muy bien chicos!
