Un vendedor ambulante estalla en lágrimas cuando un joven le compra todos los dulces que vendía
No es absolutamente cierto que en este mundo no existe más la amabilidad, la empatía, la capacidad de ponerse en el lugar de las personas menos afortunadas que nosotros, la voluntad de tenderle una mano a quien sufre y no puede permitirse una vida de comodidad y facilidad. Basta mirar alrededor y entender que la vida no gira alrededor de nosotros, pero está hecha de muchos, muchísimos puntos de vista y de tantas historias de personas que aparentemente pueden parecernos invisibles a primera vista...
Las imágens que están dando la vuelta en la web tienen como protagonista a un anciano vendedor ambulante que hace su trabajo en la calle, con su puesto lleno de dulces hechos en casa; es un hombre anciano, pobre y que tiene necesidad de tratamientos médicos, visto que todo lo que está haciendo es para ganar un dinero más para poder comprar los medicamentos necesarios y curar su pierna izquierda.
Pero un día, había llegado un cliente especial que le habría cambiado la vida...
El video conmovedor muestra justo el encuentro que desde allí podría haber cambiado el día al anciano vendedor ambulante: se acerca un joven gentil que quería comprar sus golosinas; le entrega las monedas y le pide al vendedor cuantos caramelos habría podido comprar con aquel montón.
El anciano toma algunas golosinas de su puesto y los pone en una bolsa, pero no había terminado ahí...el cliente especial había intuído algo que no estaba bien en el anciano vendedor, porque no obstante estaba haciendo finalmente una buena venta, tenía la mirada y el aire triste...
¿"Que cosa andaba mal?, le pregunta el joven muchacho, descubriendo que el hombre era vendedor ambulante de golosinas para poder asegurarse el dinero extr para pagar los medicamentos y aliviar el dolor que tenía en la pierna izquierda. Una situación muy penosa y conmovedora, tanto que el joven cliente no lo ha pensado dos veces y ha decidido regalarle dinero de más al anciano en dificultad: "Hoy es mi cumpleaños, dame un abrazo".
Al sentir aquellas palabras, el vendedor ambulante estalló en lágrimas y abrazó calurosamente a ese cliente tan especial: ¡era el cumpleaños del joven y le estaba regalando dinero de su bolsillo para comprar los medicamentos que le servían!
Un pequeño gesto, aparentemente insignificante, pero que en cambio ha tenido un impacto muy fuerte sobre este pobre anciano conmovido hasta las lágrimas por tanta gentileza inesperada: ¡ahora podrá continuar con su medicación para la pierna sin tener que esperar a fin de mes o el final del dia!
¿Están todavía seguros que la amabilidad y la empatía son valores que han desaparecido completamente en este mundo? Nosotros no estamos tan seguros después de todo...