Un desconocido lleva a la casa una mujer discapacitada a la que se le ha roto la silla de ruedas: ninguno se ha detenido para ayudarla
"No importa que cosa estás atravesando, ¡cuando Dios te pide una mano tú tienes el deber de ayudar!" es lo que ha firmado el joven Bilal Quintyne, el cual no ha pensado dos veces antes de detenerse y ofrecer su ayuda a una desconocida que había quedado bloqueada en la calle con su silla de ruedas. El hombre estaba haciendo una actividad deportiva en la calle con un amigo suyo, cuando una mujer desconocida lo ha llamado pidiendo ayuda: su silla de ruedas se había detenido completamente en el medio de la nada, entre el cordón de la vereda y la calle, mientras estaba yendo al supermercado. La mujer no sabía bien que cosa hacer, pero ha pensado justamente en pedir ayuda a los transeúntes. Ningún auto se había detenido hasta ese momento, pero afortunadamente el joven Bilal no se ha tirado atrás y le ofreció a la mujer toda su ayuda.
via Youtube / JUST BECAUSE NEWS
Bilal ha contado de haberle dicho: "Señora, estoy bastante en forma, donde vive? Puedo llevarla hasta su casa". La mujer conmovida, le ha indicado la dirección de su casa y Bilal no ha perdido un segundo antes de encaminarse. La casa distaba casi 1,6 km y consistía una subida no poco indiferente, sobre una especie de pequeña colina. El amigo de Bilal ha registrado toda la escena en un video que, muy pronto, se ha convertido en viral. El único objetivo del joven era el de compartir un mensaje positivo y de solidaridad: cuando alguno pide ayuda, no duden en hacerlo.
Bilal, luego, ha descubierto que la mujer inicialmente se había dirigido hacia el supermercado, con la intención en hacer las compras, entonces se ofreció él mismo hacer aquella comisión para ella. La mujer, de hecho, no ha querido saber nada y derramando lágrimas de alegría y conmoción por tant generosidad, se lo ha impedido. La mujer de verdad estaba muy agradecida hacia el joven, el único que se había detenido para ayudarla en el momento de necesidad. Bilal ha comentado: "Un kilómetro más o menos, no importa, no habría vuelto a casa tranquilo hasta que ella no estuviera en su casa sana y salva". El cansancio para él no ha sido poca cosa:¿nunca han probado empujar una silla de ruedas eléctrica, cargada, con 32°C y tanta humedad? Pero Bilal ha subrayado, aún una vez más, con determinación que estaba solo haciendo su trabajo como hombre: "Hay tanto odio en el mundo, mientras amar a alguien no cuesta nada. Mi único objetivo en compartir este episodio es buscar de recuperar aquellos valores que ya hemos perdido".
¡Un gran aplauso a este joven que no ha dudado ofrecer su ayuda a una persona en dificultad!
