"No flores sino mochilas llenas de materiales escolares para quien tiene necesidad": deseo concedido en el funeral de la maestra
Hay maestros con letra minúscula y otros con letra mayúscula. Todos nosotros tenemos recuerdos y memorias inolvidables de maestras, profesores que cuidadosamente nos han enseñado su materia con actitud hostil, severa, inolvidable en nuestra memoria; quizás los maestros que hemos tenido, y que no han hecho odiar la materia, no estaban hechos para trabajar en la escuela entre jóvenes estudiantes. En cambio hay maestros, de banco y de vida, que no olvidaremos jamás por razones opuestas...
Esta es la emocionante historia de Tammy Waddell, una maestra de escuela de Georgia, en los Estados Unidos, que en el 2018 falleció de cáncer en el intestino; una pérdida terrible para todo el personal escolar donde trabajaba y para toda aquella generación de alumnos y estudiantes que habían tenido la suerte de haber aprendido junto a ella en el interno de un aula escolar. Sin embargo, Tammy era una maestra fantástica, no solo buena en transmitir a sus estudiantes su saber, sino que ponía siempre en primer lugar a la humanidad, la empatía, tendía siempre una mano a quien tenía más necesidad; por ese motivo su obituario, así como su última voluntad antes de pasar a mejor vida, habían sido claras:
"Tammy tenía una pasión por la alfabetización y creía que cada niño merecía tener la oportunidad de aprender.Si bien sus sucesos y reconocimientos son numerosos, ninguno de estos ha sido más grande de las muchas vidas que ella ha cambiado en el curso de sus tres décadas de instrucción. En lugar de flores, lleven con ustedes mochilas llenas de materiales escolares para honrar la pasión de Tommy hacia los niños necesitados o hagan una donación en memoria de Tammy Waddell a Project Connect", decía su obituario.
Obviamente, sus ex-estudiantes, alumnos, colegas, parientes o simples conocidos se reunieron todos frente a la iglesia donde se celebraba el funeral de Tammy Waddell, han formado una larga fila y han puesto, al final de la ceremonia, mochilas llenas de materiales escolares para los niños más necesitados donde las familas no podían permitirse de comprarlos por su gran dificultad económica. Al término del funeral de esta maestra tan especial y altruista, habían sido recogidas más de 130 mochilas colmadas de cuadernos, carpetas, lapiceras, colores, lápices, gomas y muchas otras cosas más.