Un padre solo cría a sus cuatro hijos sin la ayuda de nadie: "Son ellos los que me dan la fuerza para seguir adelante"
La vida de una pareja que se divorcia nunca es fácil, sobre todo si en el medio hay niños. A sufrir la separación de mamá y papá son esencialmente ellos, los hijos; de hecho, no es casualidad que el divorcio pueda ser vivido por ellos como un verdadero trauma, cuyas consecuencias no son nada fáciles: ¿Qué decidirá el juez sobre la custodia? ¿Se quedarán en la casa de la mamá o del papá? ¿Lograrán ver a uno de los padres como antes?
via Radioffline
Todas las preguntas que han intrigado a los cuatro hijos de Ricardo Irrazabal, un hombre de 44 años que vive en Media Agua, en Argentina y que logró obtener la custodia de sus cuatro hijos después de un largo proceso de divorcio de su negligente esposa. Sí, porque durante tres años Ricardo tuvo que visitar a sus hijos (tres de los cuales son menores), a la casa de su ex esposa algunos días a la semana, dado que el juez había establecido la custodia compartida tras la petición del divorcio. Lástima que la ex esposa del hombre era muy negligente con sus hijos, y por este motivo le quitaron la custodia de los niños después de tres años.
Ahora, Ricardo obtuvo la patria potestad y cría solo y sin la ayuda de nadie a sus cuatro hijos, haciendo de padre pero también de madre; después de todo, Ricardo también en el pasado siempre trató de ganarse la vida como pudo, sabe muy bien que significa hacer sacrificios por la familia: antes trabajaba como mecánico, ahora es panadero.
Ahora que los hijos crecieron (la más grande tiene 19 años y desde hace poco se fue a vivir a otra casa con su novio), Ricardo sabe muy bien que su vida ciertamente no cambiará en breve: "La verdad es que es muy difícil, pero debo sacar fuerzas de todas partes para criar a la familia, ¡quisiera pasar cada minuto del día con ellos, divertirme con ellos y darles lo mejor!"
Ricardo está haciendo de todo lo posible para tratar que a sus hijos no les falte nada: todos los días, además de trabajar como panadero, se ocupa de la limpieza de su casa, de la higiene de sus hijos, de las comidas, de la educación y de su salud; un padre modelo que haría de todo por sus adorables hijos: de hecho, como dice Ricardo, "¡Son ellos los que me dan la fuerza para levantarme todos los días!"
Pero estamos seguros que con un padre como Ricardo, estos cuatro maravillosos chicos no tendrán de que lamentarse: ¡es un padre prácticamente perfecto!
¡Felicitaciones, Ricardo!
