"Mi hijo todavía no tiene una novia porque aún es demasiado pequeño": 5 razones por la cual no deberíamos hacerles ciertas preguntas a los niños
A cuántas madres y padres les ha sucedido que una persona desconocida, un amigo, un conocido o hasta incluso un pariente estrecho se le ha acercado a tu hijo o le hizo la pregunta fatídica: "No le diré a mamá y papá, pero dime: ¿tienes un novio o una novia?" Una pregunta que a menudo nace sin alguna maldad por parte de la persona que la hace, pero que podría generar a su vez mal humor e irritación hacia los padres, sobre todo si el niño en cuestión...está aún viviendo su infancia.
via Bebes y Mas
En realidad, estas preguntas consideradas indiscretas por parte de las personas no nacen la mayor parte de las veces por una maldad mal disimulada, sino que son formas más bien torpes de acercarse a un niño pequeño para romper el hielo con él y para halagarlo de su belleza. De hecho si nos ponemos a pensar, este tipo de preguntas personales se las hacen las personas que quieren halagar a la otra persona: "Seguramente un chico como tú matará corazones", o, "Una niña hermosa como tú no hará que sea difícil ser deseada por un niño."
En definitiva, halagos hechos a personas que viven en la plena fase de la infancia y que parecen aparentemente inocentes pero que en cambio es mejor no hacerles a nuestros hijos. Aquí algunas razones:
- Los niños son niños, y como tales deberían vivir su fase de la infancia jugando, conociendo el mundo que los rodea, aprendiendo pero siempre con ligereza; la fase del noviazgo dejémosla para el período de la adolescencia.
- A pesar de que un niño puede enamorarse de un compañero, no se podrá definir nunca como una relación amorosa como la que viven los adultos o también los adolescentes.
- Hacerle este tipo de preguntas a un niño implica también que se espere una respuesta; y si esta respuesta fuera "Si, tengo novio, "Si, tengo novia", ¿cuál sería la reacción de la persona que hizo la primer pregunta? ¿Qué el amor no tiene edad o que los niños de hoy son demasiado precoces?
- Hacer esta pregunta además podría dar demasiadas cosas por sentado: como por ejemplo la orientación o las preferencias sentimentales de un niño, ya sea un niño o una niña. No vivimos aún en la Edad Media, y desde este punto de vista los niños de hoy suelen estar muchas veces más despiertos que nosotros los adultos.
- Finalmente, una pregunta como esta no debería hacerse, sobre todo frente a un padre, porque desde que el mundo es mundo, es una cuestión que entra en la esfera de la privacidad personal; ¿a quién le daremos este tipo de información, a un desconocido o conocido que quiere simplemente romper el hielo o a un familiar, a la madre o al papá de un amigo cercano?
Estas y otras son las razones por la cual quizás debemos pensar dos veces antes de acercarnos a un niño pequeño tratando de halagarlo y causarle una buena impresión a él o a sus padres. Podríamos pecar de falta de delicadeza.
