Obliga a sus hijos a que limpien su vecindario como castigo: no hacían otra cosa más que pelearse siempre entre ellos
A grandes males, medidas desesperadas. A veces, para hacer que tu hijo comprenda una dura lección de vida y que no "se salga con la suya" o se dé cuenta que se ha equivocado, no sirven las palabras dulces y amables, sino acciones concretas, que a veces pueden parecer castigos un poco demasiados exagerados. Pero los padres deben aprender a entender que sus hijos no aprenderán jamás nada de la vida a menos que comprendan que las cosas no se logran sin esfuerzo o sacrificio. Una lección que puso en práctica esta mamá británica con resultados inesperados.
via Liverpool Echo
La mujer se llama Katie Al-Malik, tiene 35 años y vive en la ciudad de Liverpool, en Gran Bretaña, y tiene dos adorables hijos: Joseph de 6 años, y Aliyah de cinco años; los dos niños realmente irresistibles, lástima que con mucha frecuencia se peleaban entre ellos por razones tontas. Común para los niños de esta edad, pero Katie sabía que cuando era demasiado era demasiado. Entonces, para intentar hacerles entender que no podían seguir de esta manera y que deberían colaborar y llevarse bien entre ellos, la mamá tuvo una genial idea...
Les compró dos chalecos reflectantes que generalmente son utilizados por los trabajadores ecológicos, y les dijo que realizarían un castigo ejemplar: tendrían que limpiar los cestos de basura de su entrada y así también trabajarían juntos para alcanzar un objetivo; además, en cada chaleco, Katie había escrito: "Mi madre me obligó a hacer servicio comunitario porque peleamos mucho"...
Cuando los vecinos y los habitantes del vecindario pasaban cerca de los dos niños, vigilados obviamente por la mamá Katie, asintían y les decían "¡Bien hecho, chicos!"; después de un solo día de "castigo", Joseph y Aliyah habían limpiado 12 cestos y bolsas de basura de su vecindario. Y aparentemente, ¡este trabajo de recolectores de basura por un día les gustó tanto que le pidieron a la madre de 35 años si podían hacerlo de nuevo!
Ahora, parece que Joseph y Aliyah salen de su casa todos los días para ayudar como pueden en la limpieza de su vecindario; usan sus chalecos reflectantes y comienzan a vaciar los cestos y las bolsas de la basura para hacer que su entorno sea más bonito y limpio. Y mamá Katie reveló que ahora sus dos hijos nunca han estado tan tranquilos, felices, obedientes y colaborativos entre ellos como ahora en toda la vida.
¿Habrán aprendido la lección?
