Esta mujer ha cuidado a más de 80 niños en los últimos 34 años: es la abuela que necesitaban
No todas las mujeres pueden tener hijos y no todas eligen tener uno a lo largo de su vida. Linda Owens, sin embargo, forma parte de la categoría de mujeres que eligió tener muchos, precisamente porque sabe que no puede tener por su cuenta. Linda es una señora de 78 años, muy amable y sensible, que durante 34 años cuidó de 80 niños recién nacidos, necesitados y en busca de una familia adoptiva. Linda fue la mamá de adopción durante sus primeros meses de vida, hasta que el proceso de adopción haya terminado. Hoy, el "hijo" más grande de Linda tiene 37 años, mientras que la más pequeña tiene solo unos pocos meses y es la última criatura a la que la mujer se está dedicando: ¡es oficialmente la niña número 81 que cuida!
via Youtube / KPIX CBS SF Bay Area
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"Es un trabajo exigente, pero también muy gratificante"" le dijo a las cámaras Linda, agregando: "Lo que hago es un poco un regalo de Dios". A pesar de su edad avanzada, Linda no tiene ninguna intención en dejar de hacerlo; lo de ella es una verdadera misión, ella es muy consciente de que esos niños necesitan de su ayuda y no se echará ciertamente para atrás. El pediatra al que lleva a todos los niños, el doctor Mika Hiramatsu, la describe como una mujer optimista y determinada, con muchas ganas de ofrecer a estas pequeñas criaturas la mejor vida posible.
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A estas alturas Linda ha acumulado realmente una gran experiencia cuidando a los más pequeños y también puede darle consejos útiles a los futuros padres. Una madre, en particular, llamada Erica, recuerda de como Linda le aconsejaba consideradamente que no interrumpiera jamás el sueño de la niña que adoptaría: "Lo sé que no ves la hora de tomarla en tus brazos y acariciarla, pero es mejor no despertarla. Déjala en su cuna". Hoy Erica y su hija todavía van a visitar a la "abuela" Linda cuando pueden y le agradecen siempre por el espléndido trabajo realizado.
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Linda, por su parte, está muy contenta de poder continuar teniendo una mínima relación con sus niños que ha criado y cuidado. Aunque el suyo parezca un "trabajo" (a decir verdad, ¡es más una vocación!) al que te acostumbras, Linda sufre siempre un poco cada vez que está obligada a separarse de uno de sus niños. Naturalemente, ella está muy consciente y feliz de que encuentren una familia amorosa dispuesta a adoptarlos. Como dice siempre: "Es un trabajo exigente, ¡pero muy gratificante!".
A menudo son los abuelos los que son "explotados" como niñeras y otros que no ven la hora de pasar tiempo con sus nietos; y luego están las personas con un gran corazón, como Linda, que se ocupan de todos los niños que, sin ellos, serían dejados atrás y olvidados.
