"¡Ayuda, mi nuera no me quiere en la sala de parto!": el desahogo de una suegra que se siente rechazada crea el debate
Dar a luz a un hijo ciertamente no es un paseo, se trata de una experiencia emocionante y alegre, pero que, en la práctica, conlleva también mucho estrés, cansancio y dolor. No sorprende, entonces, que una mujer tenga legítimas preferencias en cuanto a quién quiere tener cerca en un momento como este. Es bastante común desear la presencia de la madre o de la pareja en la sala de parto, para presenciar el momento fatídico, porque se trata de dos personas que nos conocen profundamente, frente a las cuales no tenemos miedo de mostrarnos como realmente somos. Hay quienes, sin embargo, podrían tomárselo por el lado equivocado y ofenderse por no haber sido "invitada". Una mujer, de hecho, solicitó públicamente ayuda porque su nuera no le permite que asista al parto.
via Slate
Convertirse en abuela por primera vez es una emoción igualmente única, pero no justifica el deseo egoísta y desenfrenado de querer participar a toda costa en el momento del parto. Julia y su marido Steven estaban por tener a su primer hijo, y la mujer, como es normal, había explícitamente solicitado la presencia de su madre y la de su marido en la sala de parto. ¡Ni una persona más! Además, dar a luz no es un espectáculo en el que todos pueden asistir, ¿verdad? A la suegra, sin embargo, este comportamiento no le gustó. La mujer se ofendió profundamente por el hecho de que se la consideraran como "una abuela de segunda mano", no lo suficientemente digna de tener que presenciar en vivo la llegada al mundo de su nieto. "¿Debo recordarle que soy una enfermera retirada con una experiencia de casi 40 años?", comentó la suegra indignada y entristecida por la situación.
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"Creía que tenía una buena relación con Julia, pero su decisión de hoy me ha devastado", escribió la mujer. "Me sorprendió y me dolió la injusticia de esta elección e intenté suplicarles tanto a ella como a mi hijo, pero Julia insiste diciendo que no estaría a gusto conmigo allí". De hecho, dar a luz no es exactamente una acción en la que una mujer pueda normalmente sentirse a gusto, ¡mucho menos con la presencia de la suegra!
El marido de Julia, Steven, no quiere con razón molestar a su mujer en un momento tan delicado y, como consecuencia, le dijo a su madre que lo dejara pasar, asegurándole también que vería a su nieto justo después del parto, ese mismo día. Pero la mujer se sintió realmente ofendida por haber sido expulsada de la sala de parto: "¡Es tan injusto!". Afortunadamente, después de dar rienda suelta a estos pensamientos, la suegra de Julia recibió muchas respuestas esclarecedoras, que la invitaban a hacerse a un lado y a ver la realidad desde otra perspectiva: "¡Te estás equivocando! ¡No se trata de tí! Verás a tu nieto el mismo día, momentos más tarde. Estarás en la vida de tu nieto durante todo el tiempo que vivas. No te quitarán nada. No te han despreciado. Sal al pasillo y lee un libro mientras tu nuera da a luz, no le robes este momento de felicidad".
¿Ustedes qué piensan? ¿Creen que hizo bien la nuera en dejar afuera de la sala de parto a la suegra? ¡Hágannos saber que piensan de esta historia y qué hubieran hecho en su lugar!