Un diablo como sombrero: 16 niños que han tenido el coraje de lamentarse por las cosas más triviales
Un diablo por sombrero. Un modo de decir que se puede aplicar a muchísimos individuos que hemos conocido en nuestra vida con un carácter verdaderamente único en su género y de un temperamento muy, pero muy caprichoso e incorregible. Un modo de decir que se une a la perfección incluso con nuestros niños pequeños. Quien tiene uno en casa y sabe que es un verdadero trabajo criarlos y seguirlos en cada simple aspecto, conoce a la perfección de lo que estamos hablando: ¡nuestros niños saben quejarse incluso por las cosas más triviales!
Está por llorar porque su feta de dulce no está bien desparramada...
Reasons My Son Is Crying/Facebook
¿Se puede lamentar por una banalidad del estilo?
¿Saben porqué está llorando de este modo?
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No ha querido agarrar la toalla que había tirado al piso en el baño: ¡niño malo!
Mi hija está llorando insistentemente en la hamburguesería porque su salchicha se partió en el centro...
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¡No logra entender que, partido o no, es buena del mismo modo que los otros!
No le hemos permitido romper la tarjeta de felicidades enviada a la abuela...
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¿Pero pueden ser así de crueles los niños de hoy?
¡Que escena inútilmente dramática!
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Está llorando como un desesperado porque no le hemos permitido tirarse rodando por la escalera: ¿pero les parece normal?
Le he dicho que su disfraz de langosta le estaba muy apretado...
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Pueden imaginar su reacción: ¡abrite cielo!
¿Adivinen porqué se está desesperando en este modo?
Se le cae continuamente el tenedor...¡y no sabe como hacer!
No imaginan ni siquiera porqué se está lamentando de este modo...
¡Quería simplemente tirar la inmundicia de su pañal sucio y ella no me lo ha permitido!
Que niño precoz...
Quería absolutamente beber una gota de cerveza de la botella de vidrio, ¿se dan cuenta?
Simplemente, su cena no estaba todavía lista...
Y nada, él la quería comer a la hora preestablecida: ¡que niño puntual!
¡Que exagerado!
¡Está llorando desesperado porque le hemos dado la banana que no quería él!
No funciona el horno microondas...
¿Y ahora? Pero si, ¡hagamos un buen llanto desesperado!
Sin embargo se ha tirado al piso llorando como una obsesionada:
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¿La razón? Su guacamole estaba muy frío...ok.
Le hemos cantado la canción del "Feliz Cumpleaños" en voz alta, todos juntos...
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Probablemente el momento era demasiado...¡emocionante!
Recién le habíamos dicho que su panceta se había terminado...
¿Sienten también ustedes esos gritos desgarradores de desaprobación?
No le permití continuar comiendo la suciedad del piso...
¡Sin embargo para él era una cosa completamente normal!