"¡Los niños hacen demasiado ruido!": parque de juegos desmontado porque causaba contaminación acústica
¿Qué tan mezquino y corazón de piedra puede ser uno que se queja constantemente de las carcajadas de los niños que juegan sin preocupaciones en un parque de juegos creado para ellos? Es cierto, todo tiene un límite, no es necesario exagerar ni de una parte ni de la otra, pero es un hecho que no es la primera vez que leemos historias en donde los ciudadanos y habitantes de barrios de la periferia se quejan y denuncian a la administración municipal por la contaminación acústica sufrida...
via Ouest France
Hoy queremos contarles otra historia de denuncia que llega directamente de Champfleur, un pueblo de más de 1000 habitantes que se encuentra en la región francesa de Sarthe. En este pueblo, el alcalde había instalado en el 2018 una zona de juegos para los niños, una manera de revivir al pequeño pueblo que fue rápidamente repoblado por muchas familias con hijos a cargo que se mudaron a vivir allí.
El alcalde pensaba que instalar un parque de juegos era la mejor manera para darle nueva vida a su municipio, la administración había gastado más de 19.000 euros para la instalación, sin embargo después de un tiempo una joven pareja de Champfleur se quejó con el alcalde mismo...
La joven pareja, que era también padres de un niño, se había quejado por el hecho que los ruidos, sobre todo al final de la tarde y la noche, eran realmente insoportables y que todo esto causaba contaminación acústica: "Les aseguramos que algunas noches, sobre todo en nuestro primer año aquí, han sido un infierno. ¡Nadie pidió instalarlo aquí!"
Al poco tiempo llegarían más quejas de los habitantes de ese barrio, por lo cual el alcalde había pensado inicialmente complacer un poco a todos construyendo barreras acústicas de vegetación que pudieran amortiguar a los niños que gritaban y jugaban en el parque: "Hemos sugerido colocar un terraplén cubierto de vegetación para reducir la contaminación acústica. Pero no era adecuado para ellos aparentemente...", entonces, al final del 2018 se presentó una denuncia oficial.
El experto en acústica que había sido contratado por las familias que habían presentado la denuncia, había declarado que la mejor solución era la de instalar paneles acústicos de dos metros, solución que el alcalde rechazó de inmediato porque era sumamente cara: "Hemos hecho las cuentas. ¡Se necesitarían unos 1000 euros por metro para instalarlos y además no estamos ni siquiera seguros que este muro sea adecuado para apaciguar a estas familias!"
Solución: la administración local decidió al final trasladar el parque de juegos para niños a una zona fuera de las casas, pero seguramente más lejana de los niños y de los padres. ¿Ustedes como hubieran actuado si hubiesen estado en el lugar de estos habitantes? ¿Habrían hecho la denuncia por los "ruidos" o habrían dejado vivir y divertirse a esos pequeños del barrio?
