Un empleado de una estación de servicio paga la carga de combustible a una joven en dificultad y recibe en recompensa el equivalente de 8 años de sueldo
Cada ocasión es aquella justa para cumplir una buena acción: ¿están de acuerdo con esta afirmación? Si cada uno de nosotros cumpliera cotidianamente una generosidad hacia el prójimo, estamos seguros que el mundo ganaría muchísimo. En el fondo, ¿porqué se debería dar la espalda frente a alguien en evidente dificultad? Nkosikho Mbele, un empleado de Shells que ha hecho la carga a los automovilistas en una estación de servicio sobre la autopista, no se ha tirado atrás cuando ha visto a una joven en dificultad. La joven Monet van Deventer, de la Ciudad del Cabo, no se dio cuenta que había olvidado en la casa su tarjeta de crédito cuando se detuvo en la estación para poner gasolina al auto. Mbele, sin embargo, se dio cuenta que la mujer ya casi no tenía reserva y que probablemente no había logrado llegar a su casa. El hombre, para ayudarla en aquella difícil situación, le pagó la gasolina de su propio bolsillo.
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No ocurre todos los días encontrar un empleado como Mbele, un hombre que gana 75$ a la semana y que no tiene ningún escrúpulo de gastar 7$ por una desconocida en dificultad.
"Cuando pases me lo devuelves" le dijo Mbele, visto que la mujer no quería que pagara la gasolina y mucho menos hacerse lavar los vidrios de aquel hombre, considerando el hecho que no tenía ni siquiera una moneda con ella. Mbele, sin embargo no ha querido saber nada, porque había visto el indicador del carburante en rojo y no podía permitir que alguno se pusiera en una situación en peligro en medio de la autopista. Inicialmente, la joven pensaba que la generosidad del hombre estaba en realidad ligada a algún tipo de promoción Shell y creía que Mbele le estaba ofreciendo uno de aquellos servicios con sobre precio de la gasolina normal. Cuando después, ha visto al hombre extraer su propia tarjeta de crédito entendió que cosa estaba sucediendo.
Mbele ha sido muy generoso y su gesto ha sido muy apreciado ya sea por la mujer, que le ha pagado un par de días después el dinero de la gasolina junto a una caja de chocolates y por sus empleadores, que le han prometido que donarían unos 35.000$ a un ente de beneficencia a su elección. La sorpresa para Mbele, sin embargo, no han terminado aquí: para él ha sido organizada una recaudación de fondos increíble, que se ha concluída con un resultado de 95.000$ recaudados, ¡el equivalente a su sueldo de 8 años! Mbele está muy agradecido a cualquiera que haya ofrecido apoyo y sabe que atesorará lo que hicieron por él, visto que debe criar dos hijos y en la casa vive también con el hermano y la madre.
Nos asombra siempre que de un pequeño acto de generosidad puedan salir afuera tantos otros, pero en el fondo, es justo por esto que es necesario esforzarse y realizar actos desinteresados con generosidad: ¡el bien genera siempre más bien!
