Madre e hija son rechazadas de un supermercado debido a que la ropa es demasiado corta: "Es un lugar para las familias"
Afortunadamente, hoy en día, cada uno es libre de vestirse como mejor cree, siguiendo sus propios gustos y la moda del momento. Al menos en el mundo occidental, las personas comunes son libres de usar lo que prefieren, o cualquier cosa y más, siempre dentro de los límites de la decencia. Lo importante es no superar ciertos límites, sobre todo si nos encontramos en situaciones que imponen un código de vestimenta particular; pensemos, por ejemplo, en la escuela o la oficina, donde siempre es bueno presentarse con ropa apropiada. En escandalizar esta historia, sin embargo, han sido una madre y una hija, que fueron rechazadas por un supermercado debido a su ropa "inapropiada". A las dos se les pidió que salieran del supermercado, ya que es un lugar "para las familias", debido a los crop tops excesivamente cortos que llevaban. Pero, ¿Cuál es el límite del buen vestuario en este caso?
via The Sun
Facebook / Sunshine FM Costa Blanca
Chantell Humphreys, una mujer de 46 años, y su hija Isabelle, de 18 años y asistente de la salud, se sintieron "insultadas" por el pedido del personal de la tienda de Broadstairs: aparentemente, su ropa no era adecuada para lo que el personal definía como un "supermercado familiar". La elección de su vestimenta se debió a la época, definitivamente sofocante: "¡Ciertamente no nos hubiéramos puesto bufanda y abrigos!" han declarado las dos mujeres. Es cierto, pero para el personal del negocio parece haber un término medio que fue totalmente ignorado por las dos. Chantall y su hija se indignaron mucho, también porque el gerente de la tienda, una vez llamado en causa, les reiteró que esa ropa no se adaptaba a la situación: "Es como si dos hombres hubieran entrado aquí sin camisa". Para Chantall, obviamente, la comparación no estaba en lo más mínimo nivel.
Madre e hija se sintieron muy avergonzadas, porque todos dentro del supermercado seguían mirándolas y, naturalmente, porque el personal les pidió que se fueran. "Mi hija es asistente de la salud, trabaja muy duro y no sale demasiado", declaró Chantall, casi justificando el motivo de su look de verdano. Sin embargo, lamentablemente para ellas, no hubo nada que hacer: después de haber hecho la fila para entrar al supermercado, las dos fueron invitadas a dejar el negocio...
La voz de Chantall continuó sonando fuerte frente al supermercado: "¡No hay nada de malo en lo que estamos usando!". ¿Y ustedes qué piensan?