Construye una balsa para poner a salvo el nido de dos desafortunados cisnes: "No quería que perdieran de nuevo los huevos"
Es verdad, no se debería interferir con la Naturaleza, pero Rob Adamson no podía más ver sufrir a una pareja de cisnes que, sistemáticamente, perdían el nido con sus huevos, cada vez que las aguas de St. Ives en Cornovaglia (UK), aumentaban. El hombre de 42 años ha decidido intervenir para salvar el nido de aquella pareja de cisnes, que había cuidado por 10 años en el Jones Boatyard, donde él mismo vive en un barco flotante. En todos esos años, los huevos de los cisnes siempre eran destruidos por culpa del aumento de las aguas o a causa de los zorros, pero esta vez Rob no lo habría permitido. No es casualidad que en la zona, es conocido incluso con el sobrenombre de "hombre de los cisnes".
via BBC
Los cisnes son aves acuáticas fascinantes y también muy elegantes, que construyen su nido en primavera entre las cañas, cerca de las fuentes de agua. La hembra pone desde 5 a 8 huevos y luego los incuba por casi 35 días. El macho en tanto hace de guardia al nido. La pareja de cisnes que Rob Adamson cuidaba desde hacía años, sin embargo, no había tenido mucha suerte en el período de la cría, ya que los huevos siempre se perdían o destruían. No se debería interferir con la Naturaleza es cierto, pero Rob no iría tranquilo a la cama con solo pensar que aquel viernes en la noche de Mayo, los cisnes hubiesen perdido nuevamente sus huevos.
Aquella noche, Rob se dio cuenta muy a tiempo que las aguas que bordeaban St Ives estaban subiendo y que los pobres cisnes no lograrían salvar los huevos. Entonces, de prisa y con toda la furia, al oscuro de la noche, el hombre ha construído una especie de balza de la suerte, en modo tal de poder mover el nido con los huevos a una zona más segura. Durante la operación, argumenta que el macho de la pareja no había hecho nada para detenerlo y ninguno de ellos dos se volvió agresivo: ¡probablemente, sabiendo que aquel hombre estaba solo tratando de ayudarlos y que no podían esperar algo mejor! La balza tenía una cuerda agarrada a ella, de modo tal que pudiera ser trasladada sobre el agua en caso de necesidad.
Rob ha hecho verdaderamente un buen trabajo, dando a estos cisnes la posibilidad de continuar a incubar los propios huevos. ¡Un hombre que ha dedicado su vida a la naturaleza y que no cambiaría su estilo de vida por nada del mundo!