Se viste de portera el día de la graduación para rendir homenaje al trabajo de su mamá
Los padres harían cualquier sacrificio para asegurar a sus hijos la justa estabilidad emocional y económica que todos buscamos en la vida. Hay muchas personas que no han vivido la mejor infancia del mundo y que, una vez adulta, buscan dirigir a los hijos hacia un camino que ellos mismos no han podido emprender de jóvenes a causa, por ejemplo, de la pobreza. Roberta Mascena, una joven de 25 años hija de una familia honesta y trabajadora, ha logrado graduarse gracias también a los esfuerzos de sus padres, que le han permitido estudiar. La instrucción, lamentablemente, tiene un costo y cuando se está en condiciones de extrema pobreza, se tiende a renunciar a ciertos "sueños". La mamá de Roberta, de hecho, tuvo que dejar la escuela a los 13 años, para comenzar a trabajar.
via g1.globo.com
Para Roberta, no hay una persona más buena y que la inspire mayormente en la vida, que su madre. La joven, que finalmente se ha graduado con gran alegría para la familia, ha querido rendir homenaje a su estrella polar, su mamá, justo el día en que ha recibido el diploma de graduación. Roberta, aquel día, tenía puesta la toga que cada estudiante se prepara para ponerse ese día especial, pero había reservado una hermosa sorpresa para su padre y sobre todo para su madre. Cuando todos salieron para sacar la foto del hermoso momento, cargado de felicidad, Roberta abrió la toga, mostrando un uniforme de la limpieza, justo como aquel de su madre.
La mamá de Roberta, Marlene Cordeiro de Oliveira, no ha tenido una vida fácil y estuvo más que orgullosa al ver a su hija llegar a una meta tan importante. En el curso de los años, la mujer ha cubierto el rol para varios empleos, como empleada de limpieza, cuidadora para ancianos, hasta que fue encargada de un edificio como empleada de limpieza. Ha sido solo después de haber proveído las necesidades de sus hijos que Marlene ha podido retomar los estudios que quedaron en suspenso desde cuando era solo una jovencita.
Es justo por todos estos motivos que Roberta no ha podido evitar rendir homenaje a sus padres (el padre es un taxista), honestos trabajadores de humildes orígenes. El día de la entrega del diploma le hizo una sorpresa hermosa a la mamá: "cuando fuimos a hacer la foto, abrí la toga y ella ha visto la ropa que tenía puesta. Ha comenzado a llorar y me ha abrazado. No ha dicho nada,porque no creo que existan palabras que puedan expresar algún tipo de sentimiento que tenía en aquel momento", ha contado Roberta.
¡Una escena de verdad emocionante!