Si ven un perro con un moño amarillo, acérquense con cautela: quiere decir que tiene necesidad de su espacio
Tener un perro como animal doméstico cambia la vida y seguro la cambia para mejor. Compañero y amigo de extrema dulzura y fidelidad, el perro muy a menudo es tratado como un juguete por algunas familias, como si sirviera para entretener o colmar un vacío temporal, para luego ser abandonado en la calle en la primera buena ocasión. Siendo un ser viviente sensible, el perro tiene sus necesidades y exigencias, por ese motivo ha nacido la iniciativa del moño amarillo.
via Tractive
The Yellow Dog Project /Facebook
Si tuvieran que encontrar en la calle o en el parque un propietario con un perro al lado que lleva puesto un moño amarillo o una correa con el mismo color, no deben alarmarse ni acercarse con vehemencia para acariciarlo. La iniciativa llevada adelante por la organización The Yellow Dog promueve la sensibilización hacia aquellos perros que simplemente tienen necesidad de espacio y que por este motivo deben ser tratados con cuidado, especialmente por los desconocidos que se acercarían para acariciarlos, quizás con las mejores intenciones...
The Yellow Dog Project / Facebook
Por este motivo la cinta o el moño amarillo son advertencias pero seguro no señalan animales peligrosos; entonces, si llegan a encontrar un perro que presenta esta señal evidente, deben saber que, por varias razones, aquel amigo de cuatro patas tiene necesidad de espacio. Las razones obviamente podrían ser múltiples, pero en estos casos entran por ejemplo perros que son de índole tímidos o miedosos, perros que son tomados por demasiado entusiasmo y que podrían saltar encima a un extraño, o también perros que han sufrido hace poco alguna intervención quirúrgica o que están en fase de adiestramiento.
The Yellow Dog Project / Facebook
Esto seguro no significa evitar a toda costa al perro que lleva una cinta o moño amarillo, bastará simplemente acercarse con cautela y delicadeza; si tenemos dudas acercándonos al perro en cuestión, hagamos la pregunta al propietario, que seguro estará muy dispuesto a explicar las razones de aquella señal o aquel color.
Después de todo, no está ni menos dicho que el perro no quiera o no pueda ser acariciado, si está abordado en la manera correcta y cauta; entonces, no nos tiremos atrás pero al mismo tiempo pongamos atención a no invadir el espacio vital del perro que ha llamado nuestra atención.
La iniciativa llevada adelante por The Yelow Dog es extremadamente útil e importante, porque saca a la luz una nueva problemática que demasiado a menudo es subestimada. Nuestros amigos animales son seres sensibles con emociones y sentimientos, y por tal motivo deben ser respetados en consecuencia.
Simplemente, se necesita un poco más de tacto.