Michael como Pinocho: tragado por una ballena, ha salido vivo
Todos recordamos en que problemas se ha metido Pinocho por no haber escuchado las sabias palabras de papá: de hecho ha sido tragado por una ballena, pero por suerte se trata solo de una metáfora para comunicar la moral de la fábula.
Pero lo que les estamos por contar ha sucedido en el mundo real, no en una fábula. Justo como le ha ocurrido a Pinocho, un pescador de Massachusetts ha sido tragado por una ballena mientras nadaba en alta mar. "Me di cuenta de estar adentro de la ballena porque alrededor mío estaba todo oscuro", ha dicho el desafortunado pescador Michael Packard. No obstante lo increíble como la inusual aventura, el hombre camino a la recuperación pronto volverá a su trabajo de pesca...¡Esta vez poniendo atención que no haya ballenas hambrientas alrededor!
via capecodtimes.com
Le ha sucedido en Cape Cod, en Massachusetts: era una mañana cualquiera cuando el pescador profesional Michael Packark ha zarpado. Aquel día debía controlar las redes para langostas, por eso se tiró en las profundidades.
La reconstrucción del hecho está muy fragmentada, como es comprensible: el hombre cuenta haber sentido repentinamente una fuerte corriente que lo arrastraba para luego encontrarse completamente al oscuro.
Ha sido cuando alrededor de él estaba todo negro y ha comenzado a pensar que había sido tragado por algo grande, como una bellena. El hombre cuenta que comenzó a ponerse nervioso al buscar el modo de salir de la boca y muy probablemente todo aquel movimiento no le ha gustado a la ballena que decidió abrir su boca y escupir lo que tanto fastido le daba por lo que había ingerido.
Michael Packard, en el giro de un minuto, se encontró casi nuevamente en el mar, consciente de aquello que le había ocurrido. Milagrosamente el pescador salió casi totalmente ileso, dejando asombrados a los socorristas, los familiares pero también a él mismo.
Los expertos aseguran: las ballenas no cazan hombres, lo que le ha ocurrido a Michael Packard es un evento más bien único que raro. Las ballenas abren la enorme mandíbula y en la boca puede terminar por entra de todo como, en este caso, un desafortunado pescador que aquella mañana se había esperado de todo menos ser el aperitivo de una ballena.
