"No podía más soportar el sonido de su voz": las palabas de una mamá exhausta desencadenan el debate

por Patricia Zorzenon

17 Junio 2021

"No podía más soportar el sonido de su voz": las palabas de una mamá exhausta desencadenan el debate
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Ya en el pasado les hemos contado cuanto la maternidad puede ser un arma de doble filo para madres y padres: por una parte, es una de las bendiciones más grandes que la Madre Naturaleza haya concedido al ser humano, por la otra parte criar, educar y cuidar a uno o más hijos no es nada simple. Muchas son las madres que han recurrido a la psicoterapia o al desahogo de las redes sociales para tratar de analizar las propias frustraciones y el propio cansancio físico y mental después de un largo día donde han sacrificado mucho su tiempo para acudir a los propios hijos...

via Suka Nasrallah

Suka Nasrallah/Facebook

Suka Nasrallah/Facebook

Muchos de estos gritos de auxilio son acogidos con empatía y comprensión de parte de las personas, otras en cambio no hacen otra cosa que acusar a estas madres exhaustas de ser negligentes hacia los propios hijos y no tener no solo instinto materno sino también espíritu de sacrificio y resignación. Lamentablemente, no es siempre tan simple la cuestión. La escritora británica Suka Nasrallah ha contado en su publicación de Facebook cuanto a veces es realmente duro criar tres hijos y que el trabajo de mamá puede ser agotador, hasta incluso casi tener la sensación de "odiar" a los niños de casa.

Estas son las palabras publicadas por Suka que han hecho reflexionar mucho a los usuarios de la web: "67 veces. Me ha llamado 67 veces mientras estaba haciéndome la ducha. De hecho he comenzado a contar por la mitad, para mantener la calma y no gritar, entonces probablemente han sido más de 67 veces...67 veces lo sentí gritar "Mamá" y golpear la puerta del baño, mientras me estaba relajando bajo el chorro del agua caliente y ahogada en mis lágrimas, porque no podía soportar más el sonido de su voz y no tenía ni siquiera la voluntad de responderle."

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Todo lo que quería Suka eran solo 10 minutos para ella misma y seguro que su reacción no tiene nada que ver con el amor infinito que siente por sus tres hijos; sin embargo, encontrarse al límite del colapso psico-físico no es una condición fácil de afrontar para una madre que tiene la sensación de haber sacrificado todo, quizás demasiado de si misma para sacar adelante una familia: "Todo lo que quería eran 10 minutos para mi misma, pero claramente era mucho pedir...67 veces aquella palabra me resonaba en los oídos. Es por eso que las madres son tan inestable a veces. Por eso nos quedamos levantadas hasta tarde, sabiendo que nos arrepentiremos a la mañana siguiente. Es por eso que reaccionamos mal facilmente. Es por eso que somos tan sensibles".

La conmovedora testimonianza de Suka cuenta todavía una vez más cuanto el trabajo de una madre no es de hecho fácil: lograr conjugar crianza de hijos y trabajo y espacios personales es un acto milagroso que pocas veces ocurre en la vida cotidiana. A menudo estas madres tan ocupadas y tan exhaustas no son entendidas jamás, y a menudo son inevitablemente señaladas como mujeres egoistas, sin instinto materno y fuerza de voluntad.

Pero la realidad es que no es nunca en verdad así.

Si conocemos una mamá que tiene dificultad de conciliar la vida privada y espacios personales, tratemos de tender una mano concreta, hagamos que sienta nuestro acercamiento y nuestra comprensión. Hagámosle entender que no está sola y que nosotros estaremos allí para sostenerla siempre.

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