Profesor instala una cuna en su oficina para que la nueva madre pueda seguir las lecciones
Imaginen ser una nueva madre, tener que cuidar de tu hijo sin renunciar a tu vida profesional y privada: en muchos casos, sería realmente cómodo el regalo de la ubicuidad, en otros un poco de ayuda no le haría absolutamente mal para estas madres que les resulta difícil combinar el trabajo de la maternidad y el trabajo remunerado. La historia de Karen Cunningham es un ejemplo excelente, ¡incluso si tiene un final feliz del cual tomar absolutamente el ejemplo!
Karen Cunningham es una estudiante de Massachuessetts Institute of Technology (MIT), tiene 29 años y hace poco tuvo una niña hermosa llamada Katie; ahora que la pequeña ha cumplido 10 meses, la mamá decidió regresar y retomar las lecciones universitarias, aunque si con la necesidad de la niña hubiera sido muy difícil combinar todo.
Como norma, el campus del MIT ofrecía también un servicio de guardería para todos los alumnos que debían asistir a clases y no sabían donde dejar a su pequeño, pero debido a la pandemia del Covid-19 cerró temporalmente: ¿cómo habría hecho Karen para combinar su trabajo de madre con los deberes académicos?
A tener una idea genial y muy altruista fue su profesor Troy Littleton; para hacer que su estudiante pueda participar a las clases y pudiera realizar sus investigaciones en el laboratorio, pidió hacer una colecta a los demás estudiantes graduados o que estaban por graduarse para comprarle a Karen una cuna de viaje para instalar en la oficina del profesor, así la nueva madre podría realizar sus obligaciones en el laboratorio sin tener que renunciar a su hijo.
El profesor Littleton contó: "Generalmente en tiempos de no pandemia siempre hemos hecho pequeñas fiestas para futuras mamás y papás a los que les damos regalos, pero no hemos podido hacerlo con Karen debido a la pandemia, entonces ¡esta cuna ha sido una especie de regalo para Karen, con 10 meses de atraso!"
Ciertamente, los horarios del laboratorio, que son de lunes a viernes de 9 a 17, iban muy mal con las nuevas necesidades de mamá Karen, entonces el profesor y los demás estudiantes pensaron bien que una solución práctica podía ser la de llevar a la pequeña Katie directamente con ellos, donde sería acunada y mimada según fuera necesario por los demás colegas y por el mismo Troy Littleton.
Obviamente, Karen Cunningham estuvo más que feliz al encontrar esa nueva cuna de viaje dentro de la oficina de su profesor; ha sido un gesto muy noble y altruista, que la nueva madre recordará siempre con cariño:"Ahora sé que mi hija no se quedará nunca más sola mientras cumpla con mis deberes en el laboratorio. ¡Al menos hasta que no vaya al jardín de infantes a partir de este otoño!"
¿Qué piensan de la idea que tuvo este profesor altruista y los colegas estudiantes de esta madre protectora?