Pareja con enanismo tiene tres hijos, uno de ellos nace con una altura "estándar"
La diversidad es un don raro que debe preservarse y cultivarse a toda costa; cuidado con aquellos que les dirán que la "normalidad" es la llave para vivir una vida correcta y pacífica, a menudo aquellos que nosotros consideramos "los diferentes" esconden historias de resiliencia y de sufrimiento que nada tienen de distinto con nuestra vida; incluso con algunas diferencias, somos todos iguales en este mundo, y cada uno de nosotros en su diversidad merece respeto, cuidado y cariño.
via Kidspot
Muchos piensan que las personas que tienen enanismo no pueden tener hijos, o que si los tienen nacerán con malformaciones, que se quedarán muy bajos también ellos o no crecerán jamás como las llamadas personas "normales", pero la realidad es bastante diferente. Conozcan a Charli Worgan, una mujer australiana con acondroplasia (una forma de enanismo) que en el 2012 se casó con Cullen Adams, un joven con displasia acrómica que no hace que su cuerpo crezca en altura.
Cuando la pareja se casó, sabía muy bien que para tener hijos debería enfrentarse a algunas dificultades: ¿los eventuales hijos nacerían todos sanos? ¿También ellos serían portadores de algunos de los síndromes que padecían el padre y la madre? Al final, a pesar de años de indecisión, Charli quedó embarazada por primera vez en el 2015, también con algunas preocupaciones alimentadas por los médicos que la seguían: "Dado que la baja estatura de Cullen y la mía son causadas por diversos defectos genéticos, hay fundamentalmente cuatro posibilidades: nuestro hijo podría tener una altura normal o nacer con mi acondroplasia o con la displasia acrómica de Cullen. Existe también la posibilidad de desarrollar ambos defectos, lo que significa que no sobreviviría mucho después del nacimiento..."
Pero afortunadamente, el primer embarazo salió bien, la primer hija se llama Tilba y ha heredado el "defecto genético" de la acondroplasia materna; pero después de la pequeña Tilba siguieron otros dos hijos; la siguiente llegó en el 2018 y se llama Tully, una niña alegre y con muchas ganas de vivir que ha heredado el defecto genético del papá. Pero todo esto aún no era suficiente para la familia Adams.
Poco después, Charli quedó embarazada por tercera vez en el 2020. Esta vez tuvo un niño llamado Rip; con diferencia de sus dos hermanas, él no nació ni con acondroplasia ni con displasia acrómica: crecerá hasta una altura definida "estándard".
Obviamente Charli y Cullen estaban encantados también esta vez: "Estoy tan feliz de haber quedado embarazada nuevamente. Estoy también infinitamente agradecida que hemos sido afortunados todas las veces con mis hijos debido a los riesgos genéticos que que podrían haber surgido. "¡Tengo la sensación que este niño me dará una última satisfacción porque ahora nuestra familia finalmente está completa!"
No solamente ahora la familia Adams está completa, sino que parece muy unida y prácticamente perfecta en su singularidad: ¡son realmente hermosos!