Roban las naranjas de un camión volcado en la carretera: un niño se acerca y ofrece pagarle
Valores como la honestidad, la buena educación, el respeto hacia el prójimo, son cosa imprescindibles que no pueden ser compradas a ningún precio. Todo nace de las lecciones de vida impartidas por la familia en la casa, no es solo cuestión de educación escolar, todo lo que nuestros hijos ven, hemos hecho y enseñado en casa luego es replicado. Si mamá y papá educan un niño con amabilidad, empatía, lo correcto y la honestidad, se volverá un adulto del cual tomar ejemplo sin dudas.
via Sopitas
Y seguro que este niño mexicano que dio la vuelta por la web por su actitud honesta ha tenido una óptima educación de sus padres. Piensen que este niño ha sido aplaudido por su gesto aparentemente simple en el momento donde han sido publicadas en la web las imágenes de él frente a los posteriores efectos de un accidente vial: un camión que transporta naranjas repentinamente volcó en la carretera en medio de un campo y mientras su conductor estaba tratando de entender como había sucedido, si todo estaba bien y sobre todo si no había heridos en la carretera, muchos habitantes de la zona se acercaron al camión...
Las personas que se habían acercado al medio de transporte volcado sin embargo, no estaban allí para ayudar al conductor a bajar del vehículo, más bien se estaban alistando más para robar literalmente las naranjas que habían caído copiosamente por la parte trasera del camión después del vuelco en la ruta; ninguno parecía preocuparse de lo que había sucedido, así como ningún habitante de la zona parecía demasiado hacer caso al hecho que el robo podía ser castigado por la ley. Y es así que en aquel caos se acerca el niño protagonista de este momento tan tierno: tenía en la mano una moneda y quería pagar algunas de aquellas naranjas para llevarlas a casa.
Las personas que se habían reunido allí alrededor, veían al niño con la moneda en la mano y se reían de él: ¿porqué pagar aquella fruta cuando ahora podían todos tomarlas gratis? el pequeño, que sabía que en la vida las cosas gratuitas no existían y que seguramente ha tenido una óptima educación de sus padres, sabía perfectamente que pagar por tener algunas de aquellas naranjas era lo mínimo que podía hacer. El breve video compartido en Twitter hizo el giro de la web en poco tiempo y ahora este niño de sanos principios se convirtió en el nuevo héroe de la honestidad y de la educación.
¡Un verdadero y propio paladín de la justicia en tamaño miniatura!