Abuelo va a buscar a la nieta al jardín de infantes y le dan una niña equivocada: se dio cuenta después de media hora
Un error de distracción nos puede ocurrir en verdad a todos, ninguno está totalmente libre de ello. ¿Qué cosa sería la vida si no hubiésemos tenido pequeñas y grandes equivocaciones? Pero la única cosa importante, es tratar de entender donde se ha cometido el error y hacer de todo para que no ocurra más. Porque en hacer daños irreparables son nuestros despistes, nuestra momentánea desatención; exactamente como le sucedió a este pobre abuelo, ¡que se ha llevado a su casa la nieta equivocada!
via AGI
El gran malentendido sucedió en una guardería en la ciudad de Arezzo, Italia; el anciano familiar de la nieta de dos años había ido al instituto escolar para buscar a su nietita; pero, el primer error que ha cometido ha sido el de tocar el timbre no en la guardería sino en el maternal que estaba al lado de la puerta (la nieta frecuentaba en verdad el primer año de la escuela materna y no más la guardería que estaba al lado). Cuando se le abrió la puerta, se encontró al portero que le entregaba a la nieta y un educador que estaba allí en aquel momento. Un malentendido que ha durado casi media hora, cuando el abuelo aparentemente inconsciente volvió a la casa y ha visto a sus familiares pálidos: aquella que tenía en brazos no era su nieta, ¡sino una niña más pequeña!
El abuelo, dándose cuenta del error, volvió inmediatamente al instituto para informar el intercambio de identidad; al mismo tiempo, la verdadera nieta estaba todavía en espera que alguien la fuera a buscar a la escuela mientras el verdadero padre de la pequeña de la guardería estaba conmocionado visto que su hija había desaparecido inexplicablemente del instituto escolar...
¿Cómo había podido suceder este malentendido? En realidad hay una explicación lógica, por cuanto no justificable del todo; parece que más allá del descuido del anciano abuelo, el personal escolar del jardín había intercambiado a la pequeña con demasiada facilidad: aparte, parece que las dos niñas tenían el mismo nombre no obstante los límites de edad frecuentaban clases diferentes. Esta historia ha llevado a un procedimiento disciplinar hacia el portero y el educador del jardín maternal, visto que existe la regla que los parientes del alumno deben identificarse necesariamente con documento de identidad y un poder, procedimiento que parece no haber sido tomado al pie de la letra por los dos empleados del instituto.
Entre un abuelo bastante despistado y dos miembros del personal escolar quizás un poco negligentes, ¿quién ha cometido el error más grande según la opinión de ustedes?