Enfermera acoge en su casa niños rechazados por sus familias: para ellos es como una mamá
No es un trabajo simple el de la enfermera y todavía más difícil afrontar esta labor tomándose el cuidado de niños nacidos con patologías o enfermedades totalmente graves que tienen poquísimo tiempo de vida; ¿Qué hacer en estos casos particulares? ¿Cómo se encuentran los padres de estos niños que nacen con condiciones médicas totalmente desfavorables que no saben como cuidar de estas pobres criaturas con un tiempo reducido de vida? Muchos los abandonan en clínicas especializadas, otros en cambio los confían a las atenciones de enfermeras especializadas.
via Today
Un ángel con guardapolvo blanco de nombre Cori Salchert cuida de estos niños, algunos indeseados y otros con patologías muy serias, no obstante tenga una familia suya: un marido y unos ocho hijos biológicos, incluso ellos parecen no ser suficientes para esta mujer extraordinaria que con los años ha hospedado en su casa muchos niños con enfermedades terminales; algunos de estos pequeños con poco tiempo de vida han sido voluntariamente abandonados por sus padres, otros no sabían como cuidarlos correctamente por su condición particular y tan dolorosa, y es en este momento que entra en juego Cori Salchert.
Esta extraordinaria enfermera quiere regalar momentos de cuidado, afecto, amor incondicional pero también momentos de alegría y felicidad a todos aquellos niños con enfermedades terminales que los médicos saben que no podrán vivir mucho tiempo; y Cori de niños que pierden su vida prematuramente sabe algo. La hermana menor, de hecho ha estado encerrada en un orfanato a causa de los daños permanentes al cerebro debido a una meninguitis; cuando había cumplido solo 11 años; la joven salió por un portón dejado sin custodia por el personal del instituto y accidentalmente se ahogó en un tanque cercano.
Y entonces, en vez de dejarlos al cuidado médico de un hospital cualquiera que seguro no prolongaría su vida, Cori ha decidido que habría albergado en casa suya niños con enfermedades terminales, ofreciéndoles calor y afecto que solo una familia sabe dar y que estos pequeños merecen vivir incluso en el breve tiempo que la medicina ha reservado para ellos. Una elección que toda la familia de Cori ha aceptado con entusiasmo, sabiendo perfectamente que era la decisión correcta de tomar respecto a estos niños con necesidades muy especiales.
Donde no lograba llegar la familia natural estaba la mano tendida de Cori, un verdadero y propio ángel con guardapolvo blanco que en la privacidad de su casa, no ha dudado regalar momentos de ternura y amor absoluto que solo una madre como ella podía donar: ¡maravillosa!