Una anciana es estafada por teléfono y entra en pánico en un negocio: los empleados se ofrecen a ayudarla
¿Alguna vez les ha pasado recibir un mensaje de texto o una llamada de un desconocido que resultaron ser impostores? Hoy en día, es muy fácil estafar a las personas presionando sobre sus debilidades, miedos, incertidumbres, y es aún más fácil engañar a los ciudadanos más ancianos. No es de hecho casualidad que los objetivos clave de las estafas telefónicas son precisamente nuestros abuelos y nuestras abuelas, personas mentalmente más frágiles y aparentemente más maleables...
via KOAA 5
Una historia de estafa contra un anciano que dio la vuelta en la web en los Estados Unidos es la que ha involucrado a Jean, una señora que vive en Colorado y que tiene una edad bastante avanzada; un día, entró en un negocio de alimentos de la zona, y todos los empleados habían inmediatamente entendido que algo no estaba bien en ella...
Jean claramente había entrado en pánico, cuando Sophie Rossi, una de las empleadas del negocio de alimentos, se acercó a la anciana cliente y le preguntó que le pasaba; Jean le respondió temblando, diciendo que la había llamado una persona que decía que tenía en su poder sus cuentas bancarias y que si no hacía exactamente lo que él le decía, terminaría mal...
Estas fueron las palabras de Jean: "Me dijo que si no colaboraba, terminaría en el periódico esta mañana, que todos lo sabrían, que me quitarían mi tarjeta del seguro social y que me cerrarían todas las cuentas de cosas que estaban a mi nombre, y pensé que era una broma. Dijo, "entonces irás a prisión", y yo le respondí "¿qué?", el me respondió: "Sí, tenemos una orden judicial para ti". Esto es lo que me ha dicho, y me asustó muchísimo."
La empleada, luego, explicó que para salir de ese problema Jean debía comprar cupones de eBay por un valor de 700 dólares y luego depositarlo todo al estafador anónimo, pero afortunadamente Sophie Rossi y los demás entendieron la situación y estaban allí para ayudarla...
La empleada amable del negocio de alimentos no lo dudó dos veces antes de echarle una mano a la anciana engañada, incluso porque era consciente que ese tipo de estafas era cada vez más común: "Absolutamente. Si alguien se lo hiciera a mi madre o a mi abuela, me disgustaría mucho. ¡Espero que alguien esté en condiciones para detener a ese estafador anónimo!"
Jean se sintió tranquilizada por los empleados del negocio, y gracias a la amabilidad y a la disponibilidad de Sophie Rossi, logró salir de lo que parecía una pesadilla sin fin...
¿A ustedes alguna vez les ha pasado ser engañados de manera tan convincente sólo para descubrir después que todo fue una estafa para dañarlos creada artísticamente?
