Pareja de color adopta a una niña abandonada por su madre a pesar del diferente color de su piel
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Donde hay amor, hay hogar. Después de todo, este sentimiento tan profundo e inmenso que une la experiencia de vida de cada ser humano no conoce obstáculos, barreras, diferencias de idiomas y color. Sin embargo hoy en día todavía hay quienes no ven de buena manera a las personas que adoptan niños de otro color diferente al de su piel, como si esto fuera una distinción diferente para no dar cariño, una familia y una casa a quien realmente la necesita, no importa de donde venga...
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Esta es la historia de Tierra y Patrick Hamm, una pareja que intentó tener hijos pero lamentablemente sin éxito; los dos se conocieron cuando solo tenían 18 años y ya sabían que iban a querer una gran familia: además, Tierra tenía cinco hermanos, sabía lo que significaba el término "familia extendida".
Sin embargo, lamentablemente, el destino le jugó una terrible broma a Tierra Hamm: no podía tener hijos biológicos, y junto a su esposo Patrick intentó también el camino de la inseminación intrauterina, sin ningún éxito...
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El segundo camino que los cónyugues Hamm eligieron fue el de intentar convertirse en padres adoptivos para poder al menos intentar adoptar un niño necesitado de cariño y una nueva familia; después de menos de un mes desde el momento en el que ambos lograron convertirse oficialmente en padres adoptivos, recibieron una llamada que les cambió la vida: había una bebé de tan solo 15 meses llamada Felicity que necesitaba un hogar temporal, dado que la madre biológica era muy joven y debía regresar a la escuela. ¿El único problema? La pequeña era blanca, mientras que los Hamm eran una pareja de color negro: "¿Sería un problema para ustedes?", le había dicho la asistente social; "Esa niña necesita una familia, ¡no nos interesa el color de su piel!", ha sido la respuesta de los Hamm.
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Poco tiempo después, la madre biológica de Felicity renunció a la custodia de su hija, por lo tanto Tierra y Patrick se convirtieron en todos los sentidos padres adoptivos de la pequeña: "Era la sensación más agridulce, saber que una madre amaba tanto a sus hijos y que estaba dispuesta a renunciar a esa parte de su vida. ¡Siempre le estaré agradecida por lo que me dio y por su sacrificio!", contó Tierra Hamm.
Después de la experiencia de adopción de la pequeña Felicity, la pareja acogió en su casa otros dos niños que necesitaban cambiar de vida y de una nueva familia que pudiera darles amor: ahora Tierra y Patrick tienen tres hijos no biológicos y todos de piel blanca, ¡en la cara de todos aquellos que todavía los miran mal mientras pasean fuera de su casa o en lugares públicos!
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Tierra dijo: "Nuestra piel podrá no ser la misma, pero no me puedes decirme a mi o a mis hijos que no somos una familia. Vivimos en una comunidad predominantemente blanca y no hemos enfrentado dificultades o racismo, algo de lo que estoy muy agradecida. Las familias no tienen por qué coincidir. A medida que nuestros hijos crecen, cada vez hablamos más del color de la piel. Los niños saben que nuestra piel es diferente, pero a ellos no les importa. A pesar de que no hemos enfrentado el tema del racismo, recibimos muchas miradas, especialmente cuando los niños gritan "¡mamá y papá!"
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Lo más importante es que en esta familia reina el amor supremo: el color de la piel podrá no "corresponder" como dicen algunas personas, pero frente a este sentimiento tan puro y profundo no existen obstáculos o diferencias que se mantengan. Recordemos que a pesar de nuestras diversidades individuales, todos somos seres humanos que vivimos en el mismo planeta y que enfrentamos todos las mismas experiencias, las mismas dificultades.
¡Recordémoslo siempre!