Policía compra una pizza y la comparte con una persona sin hogar: la foto se hace viral
A veces una fotografía puede afectar más que mil palabras. En la historia son muchas las fotografías que han dejado una huella en todos nosotros por su fuerza emocional y por su mensaje. Un beso apasionado entre las calles de Nueva York, un simple paseo en Abbey Road o un descanso para comer en una viga suspendida en la nada son momentos de historia inmortalizados en una única imagen. A esta lista, sin embargo, se le podría agregar otra foto tomada recientemente en Carolina del Norte...
via ABC 11
La foto que ha conmovido a la web
Vamos a Golsboro donde un policía, J.Rivers, fue fotografiado mientras pasaba su descanso almorzando y charlando con una persona sin hogar disfrutando juntos una pizza.
Observando este hecho, a poca distancia, estaba sentada Cassie Lee Barns, una ciudadana que decidió inmoralizar para siempre el noble gesto del agente de policía. Satisfecha, le envió la foto a su esposo Chris, el cual no dudó en publicarla en Facebook y compartirla con sus amigos. La foto inmediatamente dio la vuelta por la web.
Max Pixel/Not The Actual Photo
Después de solo unos minutos, los usuarios en línea se preguntaron quien era el joven agente y como se llevó a cabo ese gesto tan caritativo. Así, gracias a la red de Facebook, se supo que el policía Rivers, acostumbrado a conocer a los vagabundos del barrio, nunca había visto a esta mujer. Lo que le llamó la atención al policía fue la camiseta de la indigente donde tenía una graciosa frase: "Ser un indigente: la manera más rápida de no ser nadie".
Este mensaje, escrito a mano en la remera, afectó a Rivers que inmediatamente se detuvo a hablar después de haber comprado una pizza para compartir. Así descubrió que Michelle, este es el nombre de la mujer sin hogar, está casada y tiene dos hijos: la más pequeña, de doce años, ahora cuenta con la asistencia de los servicios sociales y está luchando contra una enfermedad hepática; del más grande de 24 años, en cambio, no tiene noticias.
Rivers aborda su trabajo con un enfoque muy humano. El agente Rivers es una persona que no le gusta vivir de los prejuicios y que le encanta entender antes de juzgar: una rara virtud. Estando a menudo en contacto con las personas que viven en la calle, comenzó a conocerlas personalmente. Así descubrió como muchas personas sin hogar tienen una historia detrás de sus espaldas caracterizada por mucha mala suerte: violencias físicas, abusos o adicción a las drogas.
Además, este oficial interpreta el rol de policía más como asistente social que como severo protector del orden constituido. "Es muy simple", dijo en una entrevista para la CNN, "Cada mañana me pregunto: ¿A quién puedo ayudar? Ciertamente no soy una persona que piensa que la prisión es una respuesta a todos los problemas de la sociedad."
El departamento de Policía de la ciudad de Goldsboro apoya en su plenitud este tipo de perspectiva de la justicia. En un mundo cada vez más deshumano, este tipo de eventos son noticias excepcionales.