A los 5 años se tomó una foto con una azafata: 15 años después se hicieron colegas y se toman una igual
¿Cuántas veces hemos escuchado decir que algunos encuentros están simplemente destinados a suceder? Hay quienes creen en el destino y quienes, en cambio, piensan que algunos hechos son simples coincidencias. Bueno, si también ustedes pertenecen a esta última categoría, leyendo esta historia es probable que comiencen a creer en el destino.
En el 2019, el estudiante Xu Yang Feng tenía 20 años y frecuentaba el tercer año de la Academia de Vuelo de Aviación Civil de China. Cuando en octubre del mismo año comenzó su pasantía como asistente de vuelo en China Eastern Airlines, nunca imaginó que tendría como colega a la señora Fang, una azafata con la cual se tomó una foto 15 años atrás, a los 5 años de edad, durante su primer vuelo.
El primer vuelo de Xu fue verdaderamente memorable, completamente significativo; esto porque, a pesar de ser solo un niño en ese momento, esa experiencia le quedó tan impresa en su corazón que se dio cuenta que, de grande, quería ser asistente de vuelo. Durante 15 años jamás cambió de idea, ni siquiera una vez.
Durante la pasantía, Xu, sin saber lo que sucedería después, decidió compartir con sus colegas la foto tomada con Fang años atrás. Cuando el supervisor de la compañía la vio sorprendido: reconoció de inmediato a la azafata y quedó gratamente sorprendido del hecho que la mujer aún estuviera presente en la tripulación.
En ese momento, el supervisor pensó que sería bueno que se volvieran a encontrar, después de todo, ¿cuántas posibilidades había de que esto sucediera? Durante el encuentro, si bien había conocido miles de caras en sus 20, largos, años de carrera, la azafata recordó perfectamente a ese niño y ese día de tanto tiempo atrás: "Era un niño adorable y regordete".
Ese encuentro nacido del destino debía ser inmortalizado y, a pesar de que la aerolínea había realizado algunas modificaciones en el diseño del avión, ambos pensaron que sería una hermosa idea recrear esa vieja foto, reproduciendo las mismas, idénticas posiciones. Xu no ocultó la emoción: "La sensación que sentí entonces es la misma que siento aún hoy".
Hasta los altos cargos de la compañía aérea quedaron gratamente sorprendidos de esta adorable coincidencia. Por este motivo, pensaron que sería una hermosa idea de que Xu completara su pasantía bajo la guía de Fang.
Probablemente sus caminos estaban destinados a cruzarse nuevamente; y quién sabe, quizás nunca más se pierdan de vista. ¿Podría ser este el comienzo de una hermosa amistad?
