Compra un camión de helados para que trabajen sus dos hijos con síndrome de Down
Cuando se trata de exigencias de los propios hijos, los padres están dispuestos a todo. No importa lo complicado o pesado que sea, todas las madres y padres del mundo harían saltos mortales para ver a su propio hijo feliz. A veces, un buen clásico para volver a poner de buen humor a los más pequeños es el de ofrecerles un helado e inmediatamente es una fiesta.
¿Y si en lugar de comprar un simple helado un papá decidiera comprar el camión entero de los helados? Descubramos juntos que ha sucedido...
via Daily Mail UK
Vamos a Loveland, Ohio, donde un papá extremadamente comprensivo decidió no solamente comprar un camión de helados a sus dos hijos con síndrome de Down, sino utilizarlo como una herramienta para presentarles a Josh y Mary Kate la alegría de la sociabilidad.
Preocupado por las condiciones de sus dos hijos, Joe Wegener se dio cuenta que debía hacer algo para garantizar un futuro feliz a sus dos hijos de 18 y 21 años. Sabía que para ellos la inclusión en la convivencia cotidiana no sería fácil. Entonces un día pensó que convertirse en heladero sería la mejor manera para enseñarle a sus hijos el valor del estar juntos.
El primero en vender helados junto al papá es Josh, que después de algunas pequeñas dificultades iniciales logra amar rápidamente su nuevo trabajo haciéndose de nuevos amigos en todo el estado de Ohio.
Viendo el éxito de su hermano, también Mary Kate que mientras tanto terminaba su camino para personas con discapacidad, no dudó en ir con su padre y su hermano en esta dulce, pero muy dulce aventura. Después de solo unas semanas, la noticia de su camión de helados llamado "Special Neat Treats" ("el camión especial", en referencia a sus dos heladeros con necesidades especiales) cobra un increíble éxito en la comunidad de Loveland.
Entrevistado por los principales periódicos locales el papá dijo: "No importa cuales sean tus capacidades, siempre hay algo que puedes hacer transmitiendo alegría y amor por las demás personas".
Una experiencia que va más allá de la enseñanza de la gestión económica. Para Joe lo que cuenta más es ver la alegría en el rostro de sus dos hijos perfectamente integrados en un mundo no tan fácil para quienes tienen necesidades especiales.
En resumen, ¡hemos encontrado al padre del año!