Adopta un perro enfermo para que sus últimos días de vida estén llenos de amor y cariño
Todos los seres vivos merecen vivir sus últimos días de vida con serenidad y dignidad, sin sufrimiento y miedo de lo que sucederá después, sin ellos. Se aplica para los seres humanos que están llegando al final de su camino de vida y se aplica también para nuestros amigos los animales. También para nuestros adorables amigos de cuatro patas llega tarde o temprano la hora del saludo final, esto puede sobrevenir con la edad o con la enfermedad; y es precisamente de un dulce perro con una enfermedad de cáncer terminal de lo que habla nuestra conmovedora historia...
via Zoorprendente
Nicole Elliott sabía que no podía dejar a Chester solo; desde cuando lo había visto en el refugio literalmente se enamoró de él; los voluntarios del refugio le habían dicho que ese pobre perro no viviría mucho porque padecía un cáncer terminal, pero Nicole no quería escuchar razones: como con cualquier ser vivo de este planeta, también el pequeño Chester merecía vivir sus últimos días rodeado de personas que lo quisieran y que lo hubieran hecho feliz y menos triste y solitario...
Y así hizo Nicole Elliott y toda su familia; a pesar de que el perro estaba mal y no tenía mucho tiempo de vida, esta generosa y compasiva familia lo acogió como si fuera un pariente cercano necesitado de cuidados y amor desapasionado, ¡y por suerte el pequeño Chester se halló muy bien con los Elliott!
A pesar de la enfermedad galopante, siempre tenía apetito, le gustaba jugar al aire libre, correr, divertirse, nunca perdió su dulzura, su carácter apacible, su ganas indistinguibles de vivir; y mientras tanto, se convirtió también en una estrella de la web, cuando Nicole y su familia inauguraron un canal de Facebook e Instagram para seguir las aventuras de Chester y donde celerar su vida, antes que la enfermedad lo llevara definitivamente.
Lamentablemente, el cáncer galopante no dejó ninguna escapatoria al pobre perro que al menos se apagó de manera pacífica, sin dolor y sobre todo rodeado del cariño de la familia de Nicole Elliott; sin ellos, Chester se habría quedado solo dentro del refugio, a la espera que alguien se compadeciera y lo llevara a su casa, a pesar de no ser más un perro joven y saludable.
El gesto de amor que hizo esta mujer con el pequeño Chester es realmente para aplaudir; deberíamos aprender realmente mucho de Nicol y de como hizo especiales y llenos de amor los últimos días en esta tierra de este perro tierno e indefenso.
Ahora que Chestar está en un mundo mejor, ¡nunca olvidará esta familia humana y todo lo que ha hecho por él, ¡jamás!