La nieta le regala una Barbie a la abuela que cumple 76 años, realizando el sueño de cuando era una niña
Nuestros abuelos son personas especiales. Muchas veces forman parte de los "padres buenos"; no por casualidad corremos siempre hacia ellos cuando mamá y papá nos niegan algo que deseamos o que queremos hacer, convencidos que "tanto nos complacerán siempre". ¿Pero si sucede lo contrario? ¿Si por una vez fuéramos nosotros en hacer algo especial por nuestros abuelos? Pensándolo bien, hay tantas cosas que, una vez crecidos, podremos hacer por ellos. Con este propósito, podremos todos dejarnos inspirar por Sara Araujo, una joven brasilera que ha querido cumplir el deseo más grande de su abuela, la señora Carmoza, en el día de su 76° cumpleaños.
Un sueño realizado
En 76 años de vida, Doña Carmoza siempre ha tenido el sueño en el cajón, lamentablemente nunca realizado, ¡tener una Barbie! Esta abuela es el emblema que los sueños no tienen edad, algunos entran en nuestro corazón cuando somos niños y continúan a ocuparlo incluso cuando somos adultos. Conscientes del deseo de la abuela y visto el inminente cumpleaños de esta última, Sara estaba determinada a hacer de su día algo inolvidable: decide entonces regalarle la Barbie que había esperado toda la vida, envolviéndola con sus mismas manos.
El día de su cumpleaños, Carmoza toma en sus manos el regalo y comenzó a desenvolverlo; no habría nunca imaginado cuanto era especial ese contenido. Tan solo al ver las piernas de la Barbie, de hecho, la abuela se conmueve tanto que estalló en un valle de lágrimas y sin ni siquiera terminar de desenvolver su regalo, abrazó a la nieta.
Sara estaba tan contenta de haber realizado el deseo de la abuela que decide querer compartir su gesto en su perfil de Instagram. Publicó una foto poco después, que retrataba a Carmoza feliz como una niña, mientras tenía aferrada entre las manos a su nueva Barbie: "Haría de todo por realizar todos tus sueños. Sueño de infancia realizado con éxito. Doña Carmoza y su Barbie. ¡Te amo abuela!"
Por lo que parece, la abuela de Sara siempre ha deseado una Barbie porque fue siempre atraída por su mágico mundo rosa. Por este motivo, además de regalarle la muñeca, la joven ha probado organizarle la fiesta de cumpleaños temática: la sala era una explosión de globos rosas y sobre la torta, también ella rigurosamente con el mismo color, había tres Barbie hechas de cartón. Con este gesto, Sara ha querido devolverle todo el amor que la abuela le ha dado siempre: "Ha sido ella que me ha cuidado desde cuando nací, incluso en medio a tantas dificultades hizo de todo para darme lo mejor. ¡Y ahora me toca a mi cuidar de ella!"
De esta historia podemos obtener una enseñanza que no debemos de hecho dar por descontado, y es que el amor va siempre pagado con amor.
