Se convierte en abuela con 38 años: "Me despierto a las 4 por mi nieta, ¡pero estoy muy feliz!"
Naces, creces, te casas, tienes hijos y por último, pero no menos importante, ¡te conviertes en abuela! Ser abuelos es una de las mejores experiencias que puedes tener. Es un momento de la vida en el que te das cuenta que tienes que hacer de madre un poco por segunda vez, cuidando a los nietos y dándoles consejos a los hijos que recién comienzan con esta nueva experiencia. A veces, sin embargo, puede suceder que te conviertes en abuela antes de lo previsto, pudiendo así disfrutar de los nietos un poco más de lo esperado. Esto es exactamente lo que le ha sucedido a Lucy, una joven abuela de 38 años.
Lucy Milwood es la afortunada abuela de esta historia que, después de haber sido una madre con tan solo 16 años, se convirtió en abuela después que su hija quedó embarazada a los 20 años. Un evento que le dio la posibilidad a Lucy de poner en práctica todo lo que ha aprendido durante su experiencia como madre. Ahora, ambas se levantan temprano a la mañana para ocuparse juntas de su nueva nieta, Maizie.
"Cuando supe que me convertiría en abuela me emocioné. ¡Para mi significaba pasar más tiempo con mi nieta!", admite Lucy, sabiendo cuántas dificultades pueden presentarse dado que ha vivido en primera persona la realidad de las madres jóvenes.
Lucy, de hecho, cuando tenía tan solo 16 años, comenzó a tener náuceas matutinas y la sospecha que algo no estaba bien, una sospecha que luego resultó ser correcta. La joven había conocido a su novio solamente tres meses antes y a pesar de que la pareja estaba más enamorada que nunca, aún no estaba lista para tener un hijo. A pesar de esto, decidieron de todas maneras intentar estar juntos y llevar adelante el embarazo.
Sin embargo, como se podía imaginar, algunos meses después del nacimiento de su hija Mikalah, la joven madre se encontró enfrentando un problema mucho más serio que el parto: el padre de la niña se había ido.
Entonces, Lucy, ahora madre soltera, tuvo que aprender todo de su madre que rápidamente le enseñó a arreglárselas sola. Un apoyo muy importante para ella, dado las numerosas dificultades ligadas a la edad. "Mi madre siempre estuvo ahí para mi y cuidaba de Mikalah en ocasiones especiales ", cuenta la nueva abuela. "Mi madre, a pesar de ayudarme, siempre me repetía que ella no era la niñera de su hija", continúa Lucy. Efectivamente, para la joven madre, era un consejo muy apreciado porque la ayudaba a ser cada vez más a ser independiente.
Su vida siguió sin sorpresas, hasta cuando su hija Mikalah comenzó a pasar por momentos difíciles debido a la adolescencia. Lucy decidió entonces ayudarla invitándola a ir al gimnasio con ella, donde se distraería y liberaría la mente. Y, por casualidad, en el mismo gimnasio donde iba la madre, Mikalah conoció a su nuevo novio: el personal trainer Matt. Los dos luego de una breve pero intensa relación de amor hicieron un descubrimiento inesperado: esperaban un hijo. Con 20 años de edad, casi como su madre antes que ella, Mikalah le dijo a Lucy que sería madre.
Hoy Lucy está feliz de expresar sus sentimientos y ver que su hija está reviviendo su misma historia: "Soy una persona que ve siempre el lado positivo de las cosas. Tengo una personalidad muy feliz", admite la joven abuela después de enterarse del embarazo de su hija. "Estaba en la cima del mundo cuando me dijo que esperaba un hijo. Sabía que sería una joven abuela, pero para mi significaba que tendría muchos más años para pasar con mi nieta", concluyó Lucy.
Ser llamada abuela tiene un efecto extraño en Lucy, que en este momento solo tiene 40 años, sin embargo la llena también de alegría ver a su hija feliz junto a su pequeña recién nacida.
¡Los mejores deseos a estas dos mujeres tan valientes!