Agricultor decide proteger al jaguar a pesar de los constantes ataques a su rebaño de vacas
Los agricultores desde siempre han tratado de defender a su ganado de los ataques eventuales de los depredadores. De hecho, históricamente, nunca hubo una buena relación entre los animales salvajes y los agricultores dado que, además de ver a sus animales sufrir y ser asesinados brutalmente, siempre han salido perdiendo también en términos económicos. De hecho, una muerte masiva significaba el total quiebre y el cierre de la granja. Sin embargo, hay quien para defenderse ha protegido no solamente a su ganado, sino también a su principal enemigo: el jaguar.
El jaguar es el felino más grande de América, desafortunadamente en la lista de los animales en peligro de extinción. Su presencia en el territorio americano disminuyó drásticamente en los últimos años precisamente por los agricultores y sus armas. Jorge Barragán, sin embargo, un agricultor colombiano, decidió hacer las paces con este gran gato.
Su misión es la de proteger al jaguar y enseñarle al mundo que es posible convivir con este animal y preservarlo de la extinción. Entonces comenzó por cuidar la sabana y su hábitat para favorecer la repoblación del felino, aceptando incluso perder algún miembro de su ganado.
Jorge es dueño de miles de reses y está convencido que el jaguar vale "más vivo que muerto". Convencido de su afirmación, de noche duerme profundamente sabiendo que, si alguna vaca es devorada por el felino, simplemente será una pérdida dictada por las duras leyes de la selección natural. De esta manera que los pequeños cachorros jaguares puedan alimentarse y crecer sanos y fuertes.
Una especie en vía de extinción
Durante el día, decenas de jaguares cruzan su propiedad de 15.000 hectáreas (un área más grande que la de Paris), ubicada en el municipio de Hato Corozal. A veces ve a los felinos con sus propios ojos, muy cerca de sus novillos. La Aurora, como consecuencia, volvió a ser una sabana casi virgen. Cruzar este espacio inmeso lleva más de dos horas: "Aquí está la cultura de matar siempre al gato para resolver el problema. Pero nosotros estamos haciendo lo contrario", dijo el agricultor, que está orgulloso de proteger al jaguar en su granja.
El agricultor sin embargo reconoce que tuvo que cambiar completamente el concepto tradicional de la ganadería pero, a pesar de los esfuerzos para defender a sus animales inofensivos, también así los jaguares se devoran casi 100 novillos al año, cada uno de los cuales representa unos 300 dólares. Sin embargo, el agricultor es consciente que el alto costo al que debe renunciar vale la pena para conservar al jaguar.
El agricultor valiente recibió varias visitas de científicos y turistas, atraídos por la posibilidad de ver al enorme felino libre en esa inmensidad natural. Según varias investigaciones la organización Panthera estima que hay casi unos 15.000 jaguares en Colombia y 170.000 en América. Un número considerable que aún hay que defender a toda costa.
Deseamos que este agricultor sea un ejemplo para todos aquellos que atemorizados por el gran felino, se arriesgan a extinguir una presencia maravillosa.
