Responsable del negocio le compra la torta de cumpleaños a una clienta que no podía comprarla
A veces subestimamos cuánto el mundo necesita de la bondad. La cortesía, la humanidad, el amor hacia el prójimo, deberían ser los requisitos primarios de nuestro comportamiento hacia los demás, porque no podemos saber cuál batalla están afrontando las personas que encontramos en nuestra vida diaria. Un acto de amor puede realmente cambiar el día de alguien, y esta no es en absoluto una frase hecha.
Con la esperanza de poderlos inspirar a hacer el bien, hoy queremos contarles la historia de Alfonso Pérez, un cliente aficionado de Price Chopper, un negocio de alimentos de Kansas City, que, un día cualquiera, se sintió profundamente afectado por la admirable humanidad de Francisco Villegas, el nuevo gerente del negocio.
via Fox 6
Mientras se encontraba en la caja, Alfonso vio a una mujer en dificultades mientras intentaba de todas las maneras comprar una torta para su cumpleaños; más ingresaba el código de su tarjeta de crédito, más esta era rechazada. Después de muchos intentos, la mujer puso su alma en paz y decidió renunciar a su torta, pidiéndole al cajero que la saque.
Dicho esto, el cajero llamó a Francisco (que a pesar que había sido elegido hace poco gerente, era ya muy amado por sus clientes), para ayudarlo a sacar el producto de la caja. Pero cuando Francisco vio que se trataba de una torta de cumpleaños, decidió hacer un gesto maravilloso con la mujer: puso las manos en su bolsillo y sacó su billetera, pagándola con su dinero: "Todos los cumpleaños merecen tener una torta".
El gesto de Francisco fue tan inesperado por la mujer, que se conmovió hasta las lágrimas. Frente a esa escena, Alfonso quedó sin palabras, tanto que decidió homenajearlo publicándola en Facebook.
A pesar de que el gesto realizado por Francisco no afectó particularmente a Alfonso, este último decidió querer hacer algo por el gerente de corazón de oro: regresó al negocio llevando a algunos periodistas de la televisión para hacerle un regalo, estas fueron sus palabras: "Francisco, ese día en el que te he visto pagar la torta de esa mujer me ha conmovido, y sé que ha conmovido a toda Kansas City, por eso quiero agradecer, tanto a ti, como lo que hiciste, con la esperanza que esto pueda ayudarte a seguir haciendo lo mismo. Todos nosotros queremos bendecirte". Después de estas tiernas palabras, Alfonso le regaló dinero en efectivo a Francisco que, después de un humilde deseo, lo aceptó dejando escapar unas lágrimas de emoción.
Francisco no deseaba nada a cambio, su acto de bondad estaba destinado simplemente a mejorar el día de esa mujer, nunca hubiera imaginado que desde ese día en adelante terminaría en televisión y que se convertiría en fuente de inspiración para muchos. Esta historia es la más grande demostración de cuánto, de una manera u otra, ¡el bien hecho siempre regresa!
