Dos bañistas ayudan a un joven discapacitado y a su padre hacer un baño en el mar: un sueño realizado
Maravillarse frente a la inmensidad del océano es una hermosa sensación que afecta a la mayor parte de las personas durante sus primeros años de vida. Siempre es muy emocionante ver la reacción de nuestros niños cuando encuentran el mar por primera vez, pero por más que algunas veces pueda parecer obvio, no todos pueden hacerse mimar de las olas del mar a una edad temprana.
En la web nos encontramos cotidianamente con historias emocionantes, pero esta que estamos por contarles no podrá menos que hacerles derretir sus corazones. Estamos hablando de la historia de Jonathan, un joven afectado por una grave discapacidad física que, no teniendo nunca la posibilidad de hacer un baño en el mar en toda su vida, ha logrado realizar este sueño tan grande gracias a la amorosa ayuda de dos bañistas.
via Instagram / Razões Para Acreditar
Esta escena emocionante ha sido registrada por otros bañistas y ha sido publicada en la web, convirtiéndose en viral. El padre de Jonathan buscaba con todas sus fuerzas llevarlo al agua para poder hacerle su primer baño en el mar. Lamentablemente, visto la edad adulta del joven, poder ocuparse completamente solo era de verdad difícil.
El mar estaba suficientemente agitado y las olas rompían en la orilla caoticamente, por eso, tener de pie a Jonathan se volvía siempre más difícil para su padre. Entre los tantos bañistas que estaban cerca para asistir la escena, dos de ellos estaban decididos a ayudarlo: sin pensarlo dos veces, tomaron en brazos al joven y lo llevaron a una zona no demasiado lejos de la orilla.
Un sueño realizado
El padre confió tranquilamente a Jonathan a los dos bañistas, visiblemente conmovidos al ver la gran emoción que sentía el hijo mientras las olas tocaban delicadamente su cuerpo.
Indudablemente, estos dos desconocidos han contribuido a que el primer día de mar de Jonathan sea mucho más especial de lo previsto, regalándole pequeños instantes de felicidad que quedarán por siempre imborrables en su corazón. Quizás esos dos bañistas estaban pasando el último día en el mar antes de ser catapultados en un nuevo período lleno de tareas laborales o muy simplemente estaban disfrutando alguna hora de su merecido relax después de una semana muy estresante. Lo que es cierto, es que en vez de gastar el tiempo para ellos mismos, han preferido pasar algunos minutos de su tiempo para ayudar a una persona en dificultad.
Nos han aconsejado muchas veces pasar bien nuestro tiempo, ya que está considerado uno de los bienes más preciosos que nos han sido donados. Indudablemente, gastar tiempo para uno mismo es de vital importancia, pero viendo la sonrisa de Jonathan, podemos afirmar sin sombra de dudas que a veces hacer el bien para ayudar a alguien en dificultad no es nunca tiempo desperdiciado.