Regala agua a un indigente y otras personas siguen su ejemplo creando una cadena de solidaridad
Estamos acostumbrados en general a leer sobre personas adineradas que hacen donaciones bastante generosas a quien tiene más necesidad que ellos, pero es sabido que para hacer el bien no sirve ser ricos. No por casualidad, son justamente las historias de donadores más humildes a tener un impacto mayor sobre la conciencia de las personas.
Una historia en grado de hacer reflexionar es seguramente la de Bárbara Mack, una mujer muy simple que, no obstante viva en una casa rodante y gane poco dinero, ama muchísimo el espíritu de compartir. Entre los gestos más loables de Bárbara, hay uno, en particular, que dio la vuelta en la web y que pensamos es digno de ser contado.
via Fox News
La historia ha sucedido en Florida: era un día de verano abrasador, Bárbara apenas había salido de un supermercado cuando a un cierto punto, notó a un indigente que estaba padeciendo enormemente el calor. Movida por el temor que pudiera tener un golpe de calor, la mujer volvió al negocio para comprarle dos botellas de agua.
Viendo la larga fila, Bárbara salió del supermercado sin ni siquiera pagar, advirtiendo al cajero que habría regresado para saldar la deuda rápidamente después. con el corazón en paz, la mujer volvió al supermercado, donde inesperadamente es criticada por una señora que, con aire de fastidio, le dice que no habría tenido que desperdiciar su dinero para ayudar a las personas como los indigenetes y que debería avergonzarse.
Obviamente, la respuesta de Bárbara no se hace esperar: "Le respondía que habría preferido darle el agua en vez de llamar a una ambulancia". No contenta, la señora comenzó una verdadera discusión, diciendole a Bárbara que, a su pesar, mendigar dinero debería ser ilegal, acusándola además de "estimular al indigente a permanecer mendigando."
Wikimedia/Not The Actual Photo
Desilusionada por lo sucedido, Bárbara se desahogó en un largo posteo publicado en su cuenta de Facebook: "Debería avergonzarme de haberle dado el agua a un pobre anciano, que me ha costado un dólar y debería meterme en problemas solo por haberme asegurado que no se desmayara con este calor".
Las personas testigos de la discusión, han mostrado toda su solidaridad frente a Bárbara y para demostrárselo, han comenzado una "cadena de amabilidad" regalando algo al indigente: quien un sándwich, quien un helado, quien 20 dólares, quien el agua.
Además, después de haber divulgado su gesto en Facebook, Bárbara ha recibido elogios de la web y ha estado también en grado de movilizar el corazón de muchas personas, algunas de las cuales han donado dinero para el fondo destinado al indigente cuidado por Bárbara, mientras otras incluso han destinado una recaudación de fondos para ayudarla a arreglar la casa rodante. Detrás de la gentileza de Bárbara, se esconde sobre todo la comprensión y la consciencia, porque también ella, como muchos otros, tiene necesidad de ayuda:"Tengo mucha empatía, también yo he tenido momentos difíciles. Las personas han tratado de ayudarme y yo lo devuelvo."
A veces, en vez de lamentarse por los gestos de altruismo realizados respecto a personas necesitadas, debemos simplemente callar y aprender del ejemplo de quien al contrario, para hacer del mundo un lugar mejor no habla...¡más bien actúa!
