15 veterinarios que no pudieron evitar mostrarle al mundo a sus pacientes más tiernos
Ser veterinario no es un trabajo fácil. Es cierto, se necesita pasión y muchos años de estudio para alcanzar una posición laboral como esta, pero antes que nada creemos que un elemento indispensable del currículum de cualquier veterinario que se precie es el amor; sí, nos referimos precisamente al amor desmesurado hacia el reino animal. Así es, dado que estos médicos valientes tienen que lidiar todos los días en sus estudios y en sus laboratorios con todo tipo de mascota (y no): desde un perro a un gato, pasando por los loros, sin contar las tortugas, reptiles y otros tantos.
¡Con esta dulce y divertida galería de imágenes queremos precisamente festejar el trabajo de estos extraordinarios veterinarios en estrecho contacto con los animales más tiernos de la historia!
Un buen veterinario siempre tiene el as ganador en su bolsillo
A menudo, ¡este as ganador podría tener cuatro patas y una cola suave!
¡Hola a todos!
Les presento a mi nuevo asistente de cuatro patas: ¿no es muy tierno?
¡Un veterinario extraordinariamente exitoso!
Y a pesar que sus pequeños pacientes de cuatro patas lo aman, ¡hay que decir que está haciendo un excelente trabajo!
Nadie se puede resistir a una mirada como esta...
Cuando te pone los ojos así, ¿cómo puedes tener el coraje de acostarlo en una cama y revisarlo?
Uno de los dos está al borde de un ataque de nervios...
Les damos una pista: ¡no es la simpática veterinaria!
Hoy hemos visitado a uno de los pacientes de cuatro patas de la cual estoy muy orgulloso
Además, ¡es tan "voluminoso" que es prácticamente imposible no verlo cuando llega con su dueño!
¿Qué querrá decirle este perro a su veterinario?
Apostamos: "¡Por favor, no me hagas la revisión médica, la odio!"
No es uno de los animales más comunes que encontramos dentro de un estudio de medicina veterinaria, sin embargo...
Pero sí, ¡es precisamente un tierno ternero que se durmió antes de entrar a la visita médica con el doctor!
¡Qué orejas grandes que tienes!
Ni siquiera el veterinario más rudo puede resitirse a tanta ternura, ¡estamos seguros!
La primera visita al veterinario para nuestro Mushu
Como pueden ver por la fotografía, ¡no lo tomó para nada bien!
Mi gato particularmente no ama ir al veterinario...
¡No hace otra cosa más que esconderse apenas entra en el estudio médico!
¿Qué habrá escuchado este cachorro de la boca de la veterinaria?
Ante la duda, ¡orejas puntiagudas!
Mi perro está tan confundido como yo mientras escucho al veterinario que me explica qué hacer...
¿Qué es lo que estará diciendo?
¿Escapar del control del veterinario?
¡Lo estás haciendo bien!
Qué alegría ver nuevamente a la veterinaria, ¿no es así?
Mientras tanto, déjame esconderme detrás de esta computadora portátil, así podrías no verme...