Madre e hijo se reencuentran después de 52 años: "Me lo arrancaron de los brazos cuando solo tenía 10 días"
Uno de los dolores más grandes que puede vivir una madre es perder un hijo antes de tiempo; no hablamos necesariamente de niños que pasan a una mejor vida a una edad temprana, sino también de hijos que son arrebatados a madres jóvenes y son confiados a casas y familias para que puedan criarlo. Un trauma similar lo ha vivido Lynne Oakes, una mujer inglesa que con tan solo 14 años quedó embarazada de un hombre más grande y que dio a luz a su hijo (el único que tuvo en su vida) allá por 1968.
via Daily Mail UK
Sin embargo, lamentablemente, Lynne pudo abrazar nuevamente y cuidar de Michael tan solo por 10 días, luego se lo arrebataron y lo dieron en adopción; desde ese momento Lynne no vio nunca más a su único hijo y durante años intentó de todas las maneras posibles localizarlo para reunirse finalmente con él. De su terrible experiencia maternal, la mujer inglesa contó: "Siempre he trabajado con el tejido, entonces cuando nació hice un montón de ropa para niños para tenerlo abrigado y que luzca lindo. Adoraba cada minuto que pasaba con él, bañándolo, cantando para él y hablándole. Durante diez días cuidé de él, luego el último día recuerdo haber llorado. Mis lágrimas bajaban sobre su rostro mientras le daba de comer y le estaba diciendo que lo lamentaba, lo amaba y que lo amaría por siempre, que un día lo encontraría. Después lo pusieron en un cochecito, simplemente se lo llevaron. No podía creer que algo tan lindo me lo arrancaran de mis brazos".
En todos los años posteriores, Lynne siempre intentó recuperar información sobre Michael, pero no sabía a quien acudir para localizar a su hijo perdido; posteriormente, la mujer trabajó durante años como empleada de un banco, se casó y formó una familia sin nunca tener nuevos hijos. Solamente gracias a la ayuda del programa de televisión Long Lost Family, Lynne logró abrazar nuevamente a Michael ¡después de 52 años!
Después de 52 años, Michael Cocks vivía en el pueblo de Thetford en la Norfolk inglesa, y cuando finalmente pudo abrazar a su madre no podía creer lo que veía: ahora sabía quien lo había traído al mundo, ¡y nunca más se separaría de su querida mamá! El abrazo entre los dos, grabado por las cámaras de Long Lost Family, ¡realmente ha sido emocionante!
Lynne Oakes obviamente no pudo contener su alegría y su satisfacción: "Cuando nos pusimos a hablar seguía sosteniéndome la mano y quería llamarme mamá. Ahora esta la veo como una segunda posibilidad para mi. Ahora soy una mamá, una abuela y una bisabuela. Me despertaré y pensaré: ¿este ha sido solamente un gran sueño? No, ¡todo es verdad!"
¡Nuestros mejores deseos para Lynne y Michael, una madre y un hijo que se reunieron después de 52 años y que ahora son más inseparables que nunca!