Este perro aprendió a viajar en tren solo para poder volver a encontrar a su amigo humano
Son muchos los perros que han inspirado romances y guiones, desde el perro Buck del romance, "El llamado del bosque" a "Hachiko" del conocido film del 2009 con Richard Gere. Son historias de devoción, fidelidad e inteligencia, todos dones que los perros muestran en mayor medida respecto a nosotros los humanos. Aunque la historia de Lampo es una de estas maravillosas fábulas. Hoy la historia de este animal es celebrada con una estatua a su memoria que es posible admirar en la estación de Campiglia Marítima en provincia de Livorno, Italia. Una historia que apasionó y conmovió al público de los años '50.
via Experto Animal
Aunque si parece una historia de romance, la historia de Lampo es realmente conocida en 1953. Llegado en un modo misterioso a la estación de Campiglia Marítima, un hermoso perro hizo una simpática amistad con el subdirector de la estación Elvio Barlettani. El perro sabía hacerse querer tanto ya sea del ferroviario, como de su hija Mirna que decide llamarlo Lampo.
Cierto, las reglas de la estación no tuvieron en cuenta que un perro pudiera permanecer allí libremente. Incluso Lampo, dulce y discreto, se volvió un huesped fijo y comenzó a acompañar a Mirna a la escuela tomando el tren. Progresivamente, Lampo comenzó a viajar en tren autónomamente de una ciudad a otra para volver siempre a su casa en Campiglia.
Pero lamentablemente, las autoridades constituídas tuvieron que intervenir para garantizar la seguridad vial. Entonces la dirección de la estación obligó al vice director de la estaciónn a liberarse del perro. Elvio y la hija, muy tristes, pusieron a Lampo en un tren para Nápoles pensando que no habría logrado volver. Pero este intento de alejarlo falló miserablemente: el perro volvió fácilmente a su casa y con su familia. Entonces estuvieron obligados a dejarlo con un campesino pugliese en la provincia de Barletta. Esta vez Lampo parecía estar obligado a una nueva vida. Sin embargo, no obstante los 600 km que lo dividían de Campiglia, lo vieron regresar a casa.
La historia de Lampo fue publicada por los diarios de la época que dieron una notable fama al perro. Sus fotos aparecieron sobre numerosos cotidianos y revistas llevando a la fama la inteligencia y la testarudez de este animal. Hubo quien trató de reconstruir su historia: el perro había sido visto descender de un barco para luego ser asistido por un indigente cerca de Campiglia.
No obstante el perro haya fallecido en el 1961, la historia queda en el corazón de las personas de la pequeña estación italiana al punto de edificar una estatua en su honor, todavía visible en la ciudad toscana.
¡Un ejemplo de fidelidad que va más allá de las cuatro patas!