Un joven con discapacidad es tomado en la mira por acosadores, pero el equipo de fútbol le levanta la moral
Taylan, es un joven habitante de Ohio que desde siempre tiene una sola pasión: el fútbol americano. Pero su sueño de convertirse en jugador, desapareció en la nada cuando le han diagnosticado una parálisis cerebral a la edad de seis años. Una condición difícil a la cual Taylan, no parece darle importancia, tanto que, no obstante los numerosos obstáculos, el joven ha decidido volver al campo más determinado que antes. Aunque, si la enfermedad no ha desmoralizado al joven Taylan, han sido sus compañeros de equipo en hacerle bullying. Para él, jugar al fútbol desde siempre es su único objetivo, sin embargo, justamente por estos actos de agresiones parecía haber perdido completamente interés por la pelota. Pero la sorpresa para él debía todavía llegar...
via BCSN
Para Taylan no ha sido jamás simple jugar al fútbol y si bien su forma de parálisis sea muy leve, cada entrenamiento se vuelve un verdadero y propio desafío. Su madre, Carrie Wilmoth, sabiendo la gran pasión de su hijo, siempre ha tratado de hacer lo máximo, acompañándolo con gran entusiasmo a los entrenamientos y a los partidos. Cuando ha sido entrevistada por los medios locales, luego ha compartido sus pensamientos respecto al joven: "Mi pequeño Taylan sufre de una rara parálisis muy leve. No se puede en verdad intuir solo mirándolo, no obstante la enfermedad que lo limita, igualmente ha decidido jugar al fútbol este año".
El bullying: un desafío más para afrontar...
Sin embargo, después de constantes amenazas y actos de bullying, el pequeño Taylan ha comenzado lentamente a perder su entusiasmo por el deporte. Tomado en la mira por los agresores, volvía a la casa en lágrimas después de cada entrenamiento. Una escena aterradora para la madre, la cual sabía cuanto era importante el fútbol para Taylan y para su salud. Abandonar el fútbol habría significado perder todo para el pequeño Taylan.
Una sorpresa increíble...
Después de meses de sufrimiento, la madre del pequeño jugador de fútbol ha decidido contar la historia públicamente en Facebook, esperando resolver de alguna manera la desagradable situación. Emily Buckman, mujer de uno de los entrenadores del equipo de fútbol de Taylan, ha sido la primera en visualizar la publicación angustiante.
Entonces, para levantar la moral del jovencito, los chicos más grandes del equipo de fútbol de la secundaria han decidido irrumpir en el comedor durante el almuerzo de Taylan. Para él ya habían sido compradas dos entradas para el partido más esperado del año, o sea aquel entre los equipos de la secundaria y los campeones en ejercicio.
Para Taylan, sin embargo, asistir a aquel partido desde el banco oficial del equipo era prácticamente un sueño. Después de meses de sufrimiento y llanto, el joven parece finalmente haber olvidado a sus agresores y parece haber recordado de nuevo cuanto es hermoso ese deporte que siempre había amado: el fútbol.
