Le da su lugar en primera clase a una madre con una hija enferma: el gesto amable de un desconocido
A veces, incluso un pequeño gesto de amabilidad y desinteresado puede traer alegría y serenidad al día de alguien. No sabemos nunca cuáles son las historias personales de cada desconocido que nos cruzamos por la calle y por esto, siempre debemos mostrarnos amables y solidarios con el prójimo.
Kelsey Zwick debía tomar un vuelo desde Orlando, Florida, a Philadelphia, Pennsylvania, con su hija de 11 meses. En este viaje de unas dos horas y media, la joven mamá transportaba un bolso gigante lleno de pañales y una máquina de oxígeno para su hija prematura. Viendo las evidentes dificultades en las que se enfrentaba la mujer, un pasajero desconocido quiso cederle su lugar en primera clase.
Cuando uno tiene más posibilidades, es necesario siempre intentar hacer el bien con el prójimo. Afortunadamente, siguen llegándonos historias como esta, que calientan el corazón y que nos hacen devolver la esperanza en la raza humana.
Después de acomodarse junto a su hija en su lugar de clase económica, Kelsey Zwick fue alcanzada por una azafata que le comunicó una noticia realmente inesperada: otro pasajero le había cedido su lugar en primera clase. El hombre debía haber pensado que, en esa situación, la mujer se encontraría mejor en primera clase. En el fondo, el no tenía una niña pequeña que llevar en brazos junto a una máquina de oxígeno. Kelsey no pudo contener sus lágrimas y no dejó ni por un segundo de agradecerle a ese hombre por su gesto tan amable, a pesar que los dos no se encontraron realmente durante el intercambio de lugares. Una vez que aterrizaron, Kelsey intentó localizar y esperar a ese hombre afuera del avión, pero los dos se perdieron de vista una vez que bajaron.
Kelsey, de cualquier manera, sentía la fuerte necesidad de agradecer al hombre por su hermoso gesto, entonces publicó un largo mensaje en Facebook:
"Al hombre que hoy estaba viajando de Orlando a Philadelphia: no te conozco, pero imagino que tú nos has visto. Estaba empujando un cochecito, tenía un bolso para los pañales por un lado y también transportaba una máquina de oxígeno para mi hija. Teníamos la sonrisa en nuestros rostros mientras nos dirigíamos a ver a sus "amigos al CHOP (Hospital de Niños de Philadelphia). Nos embarcamos con anticipación hacia el avión, nos acomodamos en nuestro lugar cerca de la ventana y hemos bromeado con los que estaban cerca nuestro sobre el hecho que debían sentarse al lado de mi bebé que lloraba pero feliz. La azafata vino y me dijo que estabas esperando para cambiarme el lugar. Estabas cediendo tu cómodo lugar de primera clase a nosotras. No pudiendo contener las lágrimas, ¡lloré por el pasillo mientras mi hija Lucy se reía! Sonreí y te agradecí mientras nos cambiábamos los lugares, pero no logré agradecerte adecuadamente. Por eso ahora te digo...gracias. No solamente por el lugar en sí, sino por haberlo notado. Por habernos visto y haber entendido que quizás las cosas no siempre son fáciles. Por haber decidido hacer un gesto desinteresado de amabilidad hacia NOSOTRAS. Me recordó cuántas cosas buenas hay en este mundo. No veo la hora de decírselo a Lucy algún día".
Después de haber publicado la larga publicación en Facebook, la compañía aérea logró poner en contacto a Kelsey con el famoso "desconocido", un hombre llamado Jason Kunselman. El hombre, una vez entrevistado, simplemente ha dicho que su gesto era "lo que había que hacer" en ese momento.
Increíble como un simple gesto puede cambiar el día de una persona, ¿no lo creen?