La cajera de un lugar de comidas rápidas no puede pagarle al mecánico y un cliente la ayuda regalándole su auto
Trabajar en un restaurante de comidas rápidas no es algo sencillo, estando en estrecho contacto todos los días con cualquier tipo de clientes. Además de ser responsable de las entregas y los pedidos, es necesario saber como comportarse para garantizar la máxima disponibilidad. La amabilidad y el respeto, de hecho, son las armas ganadoras para garantizar la sonrisa de los clientes, los cuales, si están satisfechos, regresarán con gusto. Lo sabe bien Vicki que, después de haber trabajado muy duro en un restaurante de comidas rápidas estadounidense, recibió un regalo inesperado de un fiel cliente .
Vicki trabaja en un restaurante de comida rápida estadounidense y está extremadamente orgullosa de su trabajo. Todos los días se levanta a la mañana temprano, enciende su auto y realiza sus tareas con diligencia y seriedad. Desde las primeras horas de la mañana les regala una sonrisa a los clientes del restaurante de comidas rápidas, los cuales, además de solicitar su desayuno, están contentos de poder charlar con ella.
Después de años de trabajo, Vicki logró hacer nuevas amistades encontrando cotidianament a sus clientes preferidos. Entre los habituales clientes de Vicki está Chris Ellis, un hombre de negocios que pasa regularmente por el restaurante de comida rápida para saludar a la simpática cajera y para disfrutar de una rica hamburguesa.
Sin embargo, un día, la mujer de 53 años se vio obligada a ir caminando a su trabajo debido a una avería del coche. Un pequeño inconveniente que parecía pesar mucho sobre los hombros de Vicki. Arreglar el coche para ella significaba pagar el equivalente a un mes entero de salario. Un sacrificio demasiado grande para la cajera, que inmediatamente acudió a su amigo Chris solicitando ayuda.
El hombre de negocios, entendiendo perfectamente la situación, consoló a la mujer desesperada, prometiéndole que encontraría a alguien dispuesto a venderle un coche económico lo más pronto posible.
Algunos días después, el milagro: Chris había regresado para ayudar a su amiga en problemas. En la mano, no tenía ningún número de teléfono de un vendedor de autos usados, sino las llaves de un auto nuevo, todo para Vicki.
El gerente del restaurante de comida rápida, que no creía lo que veía, inmediatamente corrió a llamar a la mujer convencida de que estaba cerca de ser despedida debido a sus retrasos por la mañana. Sin embargo, los miedos de Vicki se desvanecieron en cuestión de segundo, tan pronto se dio cuenta lo que estaba sucediendo.
Incrédula por el regalo de Chris, la mujer rompió en llanto: "No sabía que pensar. Generalmente bromea siempre conmigo y estaba convencida que de que esta también era la enésima broma más. Sin embargo, aquí me ven con las llaves...no pensaba que era tan afortunada". El hombre, efectivamente, no tardó mucho en encontrar un auto usado, dado que su hijo quería deshacerse de su auto para comprar un modelo más nuevo.
Ahora Vicki tiene un auto completamente suyo con el cual es libre de regresar al trabajo con una sonrisa más grande que nunca ¡y esto es todo gracias a su amabilidad y positivismo!
