Anciano usa el secador de pelo como cámara de velocidad para reducir la velocidad de los autos que van demasiado rápido
Olvídense de los simpáticos viejitos que están todo el tiempo en sus casas disfrutando de su jubilación, hoy queremos contarles la increíble historia de un hombre de 74 años que, harto de las constantes quejas que le hacen a la administración municipal de su pueblo, decidió tomar las riendas de su destino y actuar él mismo, con o sin la aprobación de la Municipalidad. Y lo que ha hecho ahora está dando la vuelta al mundo, ¡entre muchos que lo han aplaudido por su tenacidad y coraje!
via SVT.se
Él se llama Ulf Shwerin, tiene 74 años y vive en la ciudad sueca de Stora Mellösa, y según su testimonio, notó que los autos iban a una velocidad demasiado alta para los estándares y las leyes de la ciudad que deberían aplicarse: según dijo Ulf, el límite debería ser de 30 km/h, pero aparentemente ningún conductor parece respetar este límite impuesto por la ley. ¿Qué hacer entonces cuando ni siquiera la administración municipal quiere ayudar y escuchar las quejas de este anciano ciudadano?
Ulf tuvo una genial idea: se llevó un secador de pelo, se colocó al lado de la carretera donde pasaban los coches a mayor velocidad y comenzó a apuntar el secador de pelo contra los coches que pasaban por allí, ¡sembrando el pánico entre los conductores!
El primer día, durante al menos una hora y media, Ulf logró frenar a los coches que iban a una velocidad definitivamente mayor a 30 km/h preestablecidos, dado que muchos conductores inicialmente quedaron asustados por la presencia de Ulf al costado de la carretera: con ese secador de pelo apuntado a los autos, parecía realmente una persona de tránsito, o al menos...¡una cámara de velocidad de carne y hueso!
El experimento casero de Ulf Schwerin tuvo tanto éxito en la web que ahora también otras ciudades suecas de los alrededores lo han llamado para que se coloque al borde de la carretera de zonas residenciales donde la velocidad para los coches no puede superar ciertos límites y hacer así de auxiliar de tráfico improvisado, en compañía de su infaltable secador de pelo.
¿No piensan también ustedes que es una idea definitivamente brillante? ¡Esperemos que también el resto del mundo se dé cuenta de Ulf Schwerin!
