Una pareja de jubilados crea un jardín de cuentos de hadas con más de 80 casas en miniatura
Quien tiene la pasión por las construcciones y las miniaturas, sabe lo relajante y satisfactorio que puede ser dedicarse a este pasatiempo. Hay quienes, luego de una cierta edad, lo convierten en un estilo de vida, casi como una vocación: DeWitt Boyd y su esposa Joyce Maples, ya jubilados, se dedican en cuerpo y alma a la creación de espléndidos jardines "encantados", que embellecen con sus casitas de guijarros. El pasatiempo de Boyd siempre ha sido el de crear casas con guijarros y arcilla, algo que había comenzado a hacer para sus hijos en su jardín en Calhoun, Georgia. Posteriormente, su pasión fue creciendo cada vez más y hoy creó junto a su esposa Maples un hermoso pueblo de pequeñas casas artísticas, en los terrenos de una iglesia de Calhoun.
Antes que nada, Boyd y Maples pidieron permiso para construir su pueblo de cuentos de hadas a la iglesia cristiana adventista del séptimo día de su ciudad. La iglesia, afortunadamente, dio su aprobación y la pareja de casados inmediatamente se puso manos a la obra. Juntos dieron vida a un elaborado y complejo pueblo en miniatura, en donde sobresalen iglesias y edificios históricos famosos, como el Coliseo o Notre-Dam. Dentro de este pueblo se ha reconstruido incluso la "vieja" ciudad de Belén.
Esta fue la génesis del "Calhoun Rock Garden" o simplemente, The Garden, un lugar mágico que hoy atrae a cientos de turistas que sueñan con refugiarse en su calma y tranquilidad. De hecho, a uno le dan ganas de pasear por el jardín encantado incluso solo admirando las fotos que circulan en la página de Facebook oficial.
En el interior del jardín hay más de 50 iglesias, casas y castillos en miniatura, sin descuidar nunca los detalles. Por más pasión que sea, construir casas en miniatura en el jardín requirió de un gran esfuerzo y mucha paciencia. Para construir la réplica en miniatura de Notre-Dam, a Boyd le llevó 27 meses, logrando un resultado espectacular.
Inicialmente Boyd usó arcilla para unir a todos los guijarros, pero luego descubrió que el cemento era mucho más funcional para su propósito, sobre todo en invierno, cuando la nieve cae en Calhoun.
Todas las esculturas ahora están reforzadas con alambre y adornadas con guijarros, caracoles, vidrios rotos y pedazos de porcelana rota.
¡Parece un pueblo de Navidad!
