Pesaba más de 150 kilos, ahora es un bombero y un modelo con un físico esculpido
Cuando se habla de autoestima, no se puede no hablar también de peso corporal; entre los que ya nacen así y quienes en cambio ganan peso con el tiempo un poco por la gula y un poco por problemas de naturaleza a menudo psicológica, para estas personas nunca es fácil aceptar su apariencia. Para complicar las cosas además están los demás individuos que no hacen más que burlarse de quienes tienen unos kilos de más y una sociedad que hace alarde de la delgadez general y músculos como señal de bienestar psico-físico. ¿Cómo hacer en estos casos?
Muchas personas con sobrepeso no hacen más que ir al gimnasio o seguir una rígida dieta alimenticia para perder esos kilos que los hacen sentir más tristes e inseguros; precisamente como hizo Sam Rouen, un joven australiano de Sydney que a los 19 años tomó una decisión muy valiente, es decir, intentaría por todos los medios eliminar sus kilos de más (a esa edad había llegado a pesar 150 kilos) inscribiéndose a un famoso programa de televisión llamado The Biggest Loser.
En este programa de televisión, los participantes estaban todos con problemas de sobrepeso, el ganador sería el que alcanzara su objetivo de adelgazamiento en el menor tiempo posible, ¿y adivinen? Sam se convirtió en el ganador más joven del programa. Un éxito inesperado que podría haberlo hecho caer en el pozo profundo de notoriedad y de la fama, que no siempre llevan a consecuencias positivas; lo que en cambio hizo Sam Rouen es mantener la promesa que se hizo a sí mismo hace más de 10 años y continuar mejorando y esculpiendo su propio físico.
Y hoy, a diez años de la victoria en The Biggest Loser, el joven australiano se ha vuelto prácticamente irreconocible, ¡un modelo envidiable y un bombero profesional y muy valiente!
A once años del hito televisivo, Sam miró hacia atrás e hizo una estimación honesta de su recorrido de crecimiento y de "recuperación": "Hoy hace once años, subí a un escenario y entendí que estaba comprometido en algo. Ha sido una de mis primeras veces en la vida en que me concentré en algo, di todo de mí y obtuve lo que quería. Hoy me encanta correr y entrenar con mi hermano. Hago un poco de deporte para mantenerme en forma y me entreno también en el gimnasio, pero todavía hoy, a pesar del físico esculpido, no me gusta quitarme la camiseta, ¡ni siquiera en la playa!"
La historia de coraje, tenacidad y redención de Sam Rouen debe enseñarnos una lección muy importante: todos tenemos una fuerza interior capaz de llevarnos a realizar grandes cosas en nuestra vida, también cambios increíbles; lo importante es quererse un poco más y desearlo con todo nuestro corazón y ¡con mucha, muchísima energía!