Un humilde papá construye un trencito para alegrar a sus tres hijos: un modo para vivir la vida siempre con la sonrisa
Que cosa no haría un padre por los propios hijos, aunque si la vida a menudo no va como quisiéramos nosotros y cada día es una lucha cotidiana para acapararse del pan para poner en la mesa, las sonrisas no deben faltar nunca dentro de la familia, sobre todo cuando hay en el medio niños que merecen vivir una vida con los ojos apuntados hacia un futuro horizonte radiante y cargado de positividad. ¡Un papá como el protagonista de estas hermosas imágenes debería solo ser tomado como modelo a seguir!
via Voces de Paraìso
Las imágenes que están dando la vuelta al mundo han sido publicadas en Facebook por la página Voces del Paraíso y tienen como protagonista a un papá verdaderamente especial, que vive en Yucatán mexicano junto a sus tres hijitos. El hombre vive una situación familiar de dificultad económica, entonces con mucha frecuencia no logra permitirse una vida cómoda que pueda dar a sus tres hijos todo aquello que necesitan. Y así, para no hacer en cada caso la vida cotidiana todavía más pesada y triste, este papá ha tenido una idea genial y muy tierna...
Ha construído un verdadero trencito con materiales de acero de descarte, ha unido los pequeños "vagones" a una cuerda resistente atada detrás de su motocicleta y de ese modo ha realizado un sueño para sus tres hijos: no obstante la vida difícil, ahora el padre junto a sus hijos puede dar paseos por las calles de la ciudad mexicana a bordo de un trencito puesto en marcha con pocos materiales pero con mucho, muchísimo amor. Y para sus tres hijitos, no hay diversión mejor: ahora todos los días pueden soñar con subir a bordo de un tren de primera clase y viajar con la fantasía, olvidando por un momento la tristeza cotidiana y la pobreza en donde viven.
A veces sirve verdaderamente poco para hacer felices a los propios hijos y como dice Voces del Paraíso en su publicación de Facebook comentando estas hermosas y conmovedoras imágenes, "Cuando un padre quiere ver a su familia feliz, no existen límites. Este hombre cada tarde da vuelta por las calles de su ciudad arrastrando el improvisado y genial trencito realizado con tambores de acero con su motocicleta."
¡Entonces es realmente cierto que más de una vez el dinero no hace la felicidad!
