Encuentran un recién nacido abandonado en un estacionamiento al frío: una pareja que no podía tener hijos lo adopta
Muchísimas parejas desearían tener hijos pero lamentablemente, son privadas de este sueño por varios motivos de la naturaleza. Quien no logra concebir, sin embargo, puede siempre recurrir a la adopción: el mundo está lleno de niños en busca de una familia que pueda darles el calor y el amor que merecen. Algunas estadísticas informan que en el 2018, el 15% de las mujeres americanas entre los 40 y los 44 años no tenían hijos; entre aquellas, estaba incluso Lorraine, sobreviviente por dos veces al cáncer y segura de no poder tener hijos con su marido Charlie. Un día, sin embargo, ha sucedido un pequeño milagro y la pareja repentinamente se encontró acudiendo a una criaturita que había sido abandonada en la calle. Lorraine y Charlie se convirtieron en padres adoptivos y la cosa no habría podido hacerlos más felices.
Todo ha comenzado cuando un estudiante de Tallahassee, en Florida, ha sentido claramente el llanto de un bebé provenir de un estacionamiento. Era una fría mañana de mayo y ninguno podía imaginar encontrarse frente a un neonato. Alguien lo había abandonado al frío y con un pañal sucio, no obstante el pequeño tenía solo pocos días de vida. El estudiante ha llamado de inmediato a la policía, que ha procedido llevar al pequeño al hospital para todos los controles. Aquí, su destino ha cambiado para siempre: Lorraine ha sido la primera en acogerlo y darle los cuidados iniciales. Cuando Lorraine ha tomado en los brazos al pequeño, advirtió una fuerte conexión: "Creo haberme convertido en su mamá, en ese momento, ese día" ha comentado Lorraine.
Después de cuatro días del encuentro, el pequeño Charlie (asi fue llamado), ha encontrado su casa definitiva. Lorraine y su marido, de hecho, inmediatamente se propusieron como padres adoptivos, coronando finalmente el sueño común de tener un hijo. "Ha sido simplemente fantástico. Quiero decir...es mi milagro, mi ángel. Todas mis oraciones han sido escuchadas", ha dicho Lorraine llena de alegría. Incluso su marido ha expresado claramente toda su felicidad, reafirmando haber rezado por años y poder convertirse en padre. Ahora, aquel "milagro" se había finalmente realizado.
Todas las madres tienen al menos 9 meses para prepararse para la llegada del propio hijo, pero Lorraine se ha encontrado de punto en blanco con un bebé para criar y además de la alegría de ser mamá, ha sentido el temor de no estar a la altura de la situación. Después de 7 meses muy intensos, puede afirmar ser una mamá absolutamente a la altura de las circunstancias. Además, la adopción de Charlie ha sido oficializada y ahora, también formalmente, Lorraine y su marido son sus padres.
Un ejemplo singular de como, incluso de un evento tan cruel y a menudo incomprensible, como el abandono de un neonato, pueda surgir una bellísima historia con final feliz.
