Mujer con discapacidad comparte su humillante experiencia en un negocio: "No me sirvieron porque soy sorda"
El mundo en que vivimos ya es demasiado difícil de sostener, imaginemos para quien, lamentablemente, debe compartir su cotidianidad con una serie de discapacidades. Shannon Heroux, una mujer sorda de 32 años que se empeña cada día para sensibilizar a las personas sobre su condición a través de un video en las redes sociales, ha compartido una desgarradora declaración sobre una experiencia que le ha ocurrido en primera persona. La joven había ido a una conocida cadena americana de rosquillas para comprar productos, pero la empleada se ha negado a atenderla. ¿El motivo? Su sordera. A causa de las medidas de seguridad puestas en vigencia por el Covid-19, Shannon no ha logrado leer los labios de la empleada y no ha logrado sentir una palabra de aquello que le estaban diciendo. Inútil decir que la mujer se ha sentido fuertemente humillada y desanimada por esta terrible experiencia.
Shannon, que además de producir contenidos para la web es también un conductora de Uber, un servicio de transportes privado, queria comprar su bebida preferida y retomar rápidamente su recorrido en el auto, pero algo fue como se esperaba. A pesar de haber estado en su lugar favorito, aquel día, ha quedado particularmete resentida por la poca sesibilidad de la empleada del negocio y del encargado. Shannon es sorda y aunque si generalmente tiene puesto un implante coclear, aquel día no lo tenía consigo. La mujer no tiene problemas en leer los labios de sus interlocutores, pero desde cuando comenzó el Covid-19 y tuvimos que ponernos las máscaras protectoras, para ella y para todos aquellos que sufren de sordera, la vida se ha vuelto más difícil.
La empleada se ha negado a bajarse la mascarilla, no obstante la evidente dificultad de Shannon y no obstante todas las otras medidas de seguridad puestas en acción: distancia de seguridad, plexiglass y Shannon que tenía puesta por supuesto su mascarilla...
A empeorar la situación es cuando ha llegado al local el encargado, el cual se ha negado de facilitarle a su cliente escribiedo algo sobre un pedazo de papel o dejándose leer los labios. El hecho es que ninguno de ellos creía que Shannon fuera realmente sorda. El motivo es que Shannon habla de verdad muy bien, no obstante su condición, "¡una bendición, pero también una condena!" la definió la joven mujer. Shannon, sin embargo, es en verdad sorda: tiene un 5% de audición residual en el oído izquierdo, mientras es totalmente sorda del derecho.
La historia se ha difundido en las redes sociales, aunque gracias a un video donde Shannon, en lágrimas y muy desmoralizada, ha compartido esta terrible experiencia. Un paso adelante que ha permitido también a otras personas hablar de su discapacidad o de la de sus seres queridos, en relación a todas las dificultades encontradas en la cotidianidad, sobre todo con las otras personas. El encargado del negocio posteriormente ha pedido disculpas a Shannon, invitándola a encontrar una solución después del mal momento.
Reflexionemos siempre sobre quien tenemos de frente y no nos encerremos en nuestras posiciones intransigentes. A menudo, la solución es muy fácil de lo que se pueda pensar y además, podría ayudar a alguien en dificultad.