Un supermercado inaugura las cajas "lentas": aquí los ancianos en soledad pueden hablar con el personal
No todos se dan cuenta, pero muchas de nuestras poblaciones más ancianas sufren de soledad; los hijos adultos quizás se fueron de casa hace tiempo y han creado un núcleo familiar diferente, dejando a sus padres de una cierta edad viviendo "solos", en otra ciudad, sin ir a visitarlos muy a menudo. Y en estos casos, la soledad toma el control: si los hijos y nietos no van casi nunca a visitarlos, ¿con quien deberían pasar el tiempo nuestros seres queridos que nos han dado la vida? Una cadena de supermercados holandés ha tenido una iniciativa extraordinaria.
via Jumbo
La cadena de supermercados de los Países Bajos de nombre Jumbo ha dado vida a una iniciativa para combatir la soledad de sus clientes más ancianos de una manera verdaderamente genial y que esperamos que con el tiempo pueda tener éxito también en otras naciones de todo el mundo. La idea tiene el nombre de "Kletskassa" y ha nacido en el verano del 2019 dentro de un punto de venta Jumbo de la ciudad de Vlijmen y está teniendo tanto éxito que pronto se expanderá en innumerables otros supermercados de la cadena.
Así es como funciona esta iniciativa según las palabras de Colette Cloosterman-van Eerd, CEO de la cadena: "Muchas personas, especialmente los ancianos, a veces se sienten solos. Como empresa familiar y cadena de supermercados, estamos en el centro de la sociedad. Nuestros puntos de venta son un importante lugar de encuentro para muchas personas y queremos jugar un rol en identificar y reducir la soledad. Lo hacermos en varios modos, incluso en nuestros Kletskassas. Estamos orgullosos que a muchos de nuestros cajeros y cajeras les guste sentarse detrás de una de estas cajas especiales. Apoyan la iniciativa y quieren ayudar a las personas a establecer un contacto real con ellos por puro interés. Es un pequeño gesto, pero muy precioso, sobre todo en un mundo que se digitaliza y se vuelve siempre más veloz."
Prácticamente, en algunos supermercados Jumbo hay cajeros especiales que son adiestrados no solo para pasar los productos comprados de los clientes ancianos y luego verificar que paguen la cuenta, sino que se detienen también a conversar con ellos, entreteniéndolos todo el tiempo que quieren para hacerlos sentir menos solos y porqué no, para distraerlos un poco.
Por otra parte, si no tienen a nadie en quien confiar, estos pequeños gestos cotidianos pueden hacer verdaderamente la diferencia. Felicitaciones a esta ingeniosa iniciativa y esperemos que pueda ser de incentvo para otros supermercados alrededor del mundo que quieran seguir este virtuoso ejemplo.
¡Ninguno de nuestros ancianos merece vivir sus últimos años en soledad, actuemos de prisa!
